Drawn Story

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“La naturaleza del mundo es una perra”

Hace mucho tiempo escuché está frase, donde y quién es lo de menos, siendo sinceros ni me interesó saberlo en ese momento, pero sin darme cuenta, está frase era algo que dentro de mi sabía que era la verdad absoluta.

Viviendo dentro de una familia grande de siete hermanos, con los recursos suficientes para vivir al menos una vida ‘regular’, mientras crecí pude ver lo cruda y cruel que puede ser la vida.

Dentro de un círculo familiar promedio y probablemente una sensación de insatisfacción fue lo que llevo a qué ese promedio, se fuera al caño y terminara como una familia disfuncional con mi padre dejándonos por otra mujer y mi madre teniendo que encarar el mundo con sus hijos a cuestas.

Debido a mi corta edad en ese tiempo, la ignorancia fue una bendición, mis constantes llantos por falta de comida, algo de entretenimiento y berrinches por falta de atención, ahora me hacen querer ahorcarme por causar esos problemas a mi madre.

No paso noche sin pensar, “he sido un idiota egoísta”, aún si se que no había forma de remediarlo.

Durante mi niñez, pude ver cómo mis hermanos de un modo u otro comenzaron a trabajar para apoyar a mi madre, algunos incluso dejaron sus estudios y otros, simplemente huyeron… Aún ahora no puedo imaginar cómo se sentían en aquel entonces, ni el porqué de sus acciones.

Si tuviera que reflexionar sobre algo, solo sería que no entiendo porque mi padre nos abandonó en primer lugar.

Aunque hay una razón más simple del porque no entiendo las cosas. Yo perdí la memoria…

Antes de que todo comenzará a desmoronarse, sufrí un accidente en el cual puse en peligro mi vida, y aún si sobreviví a eso, mis recuerdos no. A duras penas puedo recordar hoy en día los paisajes que mire hace algunos meses, las personas que conocí durante mis vacaciones o incluso los sueños y aspiraciones que alguna vez tuve durante mi niñez y adolescencia.

Lentamente, mis preciados recuerdos fueron borrados de mi memoria.

Y debido a eso, pase de un niño llorón, fastidioso y egoísta… A solo un niño más. El típico niño estoico y retraído que leía libros en el recreo, aquel que solo mira como el aire pasa por sus mejillas y mira como las hojas danzan mientras lentamente caen al suelo.

Nunca sabré si fue un cambio para mejor, porque solo es mi punto de vista tras dicho accidente.

Me preguntó; que sería de mi si ese ‘yo’ estuviera viviendo aún hoy en día.

Habría alcanzando sus metas y sueños de niño, sus deseos serían correspondidos, habría encontrado el amor de su vida, casándose, formando una familia feliz.

Bueno, soñar no me cuesta, después de todo…

“Me estoy muriendo… Hehehe”

Dicen que cuando uno está a punto de morir puede ver su vida pasar ante sus ojos. Entonces, el ‘yo’ que deje de ser, solo lo puedo ver cómo alguien más, alguien indistinto a esta situación.

Hoy fue un día regular, trabajando de sol a sol, viviendo una vida de soltero promedio mientras vivo aún con mi madre.

Pero todo se fue al carajo porque el estúpido conductor se le ocurrió revisar algo en su celular mientras conducía.

Así que aquí estamos, mi cuerpo siendo atravesado por piezas metálicas y partes de coche. No es una muerte hermosa y pacífica como uno desearía, pero nadie puede decidir como morir… A excepción de quienes se suicidan.

Pero esa no es la cuestión, el problema aquí es que, realmente tiene sentido seguir viviendo.

He escuchado mucho en programas de televisión que algunos ven luces dentro de un túnel oscuro, o que van al cielo para ser traídos de vuelta a la vida tras el juicio final e incluso las más fantasiosas de tener una segunda vida en otro mundo…

Pero, ¿Tiene eso algún sentido?

No es que sea un hombre de fe, de ciencia o incluso un inadaptado que gusta de monas chinas.

Pero siendo sinceros, recordando todo lo que uno ha vivido, cosas buenas y malas por igual, ¿En verdad le encuentras algún sentido a volver a vivir todo eso una segunda vez?

Si algún ser celestial, u obra del destino me dijera, ¿Quieres reencarnar, resucitar o algo de esas cosas? Bueno, sin dudarlo diría…

“No gracias…”

Ya he sufrido más que suficiente con una vida, para querer darle una segunda oportunidad y tal vez, solo tal vez, pasar una vida mejor.

Leí en un reportaje que morir ahogado era horrible, pero ser hecho una brocheta viva no es nada fácil, tal vez para quienes miran mi persona dentro de esta accidente les sean apenas unos segundos, pero yo siento que ya ha pasado una eternidad.

Con razón dicen que hay quienes entrenan enfrentando a la muerte para aprender este lapsus de tiempo detenido.

En un mundo y época tan avanzada, siento que morir sigue siendo tan fácil como en la era de los cavernícolas.

Siento mi brazo derecho entumecido, una sensación punzante en todo mi costado y un horrible frío recorrer mi cuerpo con cada respiración.

Sino muero por el dolor es probable que sea por desangrado, no es una muerte de que jactarme, pero no es como que pueda decir algo aquí.

Ah, demonios, si fuera zurdo al menos podría escribir a mi madre antes de morir.

“Lo siento, no llegaré a cenar hoy… Hahaha”

Aunque puedo decir que algo bueno saldrá de esto.

‘Mi muerte’, mi muerte traeré un poco de dinero, y por no decir de todo el que junte en vida… Tal vez no sea mucho, pero creo que sería más que suficiente para que pueda vivir unos años sin preocupaciones.

Si fuera a vivir con uno de mis hermanos, creo que podría incrementar su tiempo de uso exponencialmente.

Dios, porque pienso en tonterías cuando solo quiero ya estirar la pata.

Solo han sido cosas malas tras cosas malas. Había escuchado que puedes recordar lo mejor de tu vida al morir, pero eso quiere decir que solo he vivido entre basura, mierda que he apilado mientras pensaba que eran buenas decisiones…

En serio, si pudiera maldecir a alguien por mi muerte, sería al idiota, inepto y malparido que ‘supuestamente’ maneja este mundo de mierda.

Okay, creo que se me subió un poco el odio, probablemente por la falta de calor de mi cuerpo al ser despojado de sangre.

Hey, dios, si en realidad existes, no me lo tomes a mal, pero si te pasaste un poco no crees.

Una segunda oportunidad, no gracias, olvidar todo, vivir siendo ignorante y probablemente morir pacíficamente en un futuro, esa sería una buena opción.

Mundos de fantasía, espejo o incluso universos paralelos, me dan igual… Solo quiero ser feliz…

Pero más que todo…

Quiero que ella sea feliz…

No es mucho pedir… Yo solo deseo…

Ah… Ya lo recuerdo…

=×=×=

En una pequeña habitación, tapizada con una alfombra un poco polvorienta por el tiempo, y varios zarcillos por su uso, un pequeño niño de cabello negro juega con un peluche suave.

“Otra vez llegaste tarde… Ya es la 4 vez está semana.”
“Ya te dije que estoy haciendo horas extra mujer.”
“Pero, pero tú madre es insoportable.”
“Y por eso lo hago, para largarnos de aquí y tener nuestra propia casa.”

A pocos metros una pareja está peleando, tal vez porque están más enfrascados en su discusión no pudieron notar al infante jugando en la alfombra.

Pero de la nada el niño va hacia unos cuantos libros de colorear y empieza a trazar algo. Ignorando la discusión de los adultos.

Cómo se ha dicho siempre, la ignorancia es una bendición.

Luego de discutir, el marido se va, dejando a la mujer abatida, con lagrimas recorriendo sus mejillas, tal vez quemar la comida, se arruinar la colada, incluso pensar en suicidarse sería algo que uno comprenderia si quisiera hacer, con tal de sacar su frustración.

Pero tras limpiar sus lágrimas mira al inocente niño que ha estado ahí, aún ignorante de toda la malicia y sin una pizca de odio en su ser.

“Má, toma…”
“Um, ¿que es mi niño?”

La madre toma la hoja, dentro de esta se encuentra dibujada una casita, no era la más hermosa que haya visto, pero tampoco era horrible.

Apenas tenía una puerta y una ventana, incluso una chimenea podía verse en el tejado. A su alrededor unas pequeñas flores púrpuras, sus flores y color favorito adornado la salida, como si la invitaran a entrar.

“Tú casa, lo he decidido, cuando sea grande la construiré yo mismo… Quiero que vivas aquí…”

Con una sonrisa sincera y pura dijo sin titubear, como si esa pequeña línea, diera por sentando que era un hecho inamovible, algo que ni siquiera dios podría evitar.

La madre no pudo contener las lágrimas, sería por la frase, tal vez por su inocencia, o incluso solo por ser su madre.

Ella no dijo más que una palabra.

“Gracias.”

=×=×=

La gente estába grabando el aparatoso accidente, pudiendo ver qué el joven perforado en el asiento del copiloto comenzó a llorar.

Un sudor frío recorrió a todos los presentes.

Miedo, preocupación, amargura, nadie sabía el porque de dichas lágrimas.

Algunos notaron que estuvo balbuceando algo, pero debido a su morbo por ver toda la escena, nadie se acercó a socorrerlo o escuchar su última voluntad.

Cómo si fuera una película, el joven uso lo poco que le quedaba de fuerza y saco su brazo derecho.

Estaba hecho trizas debido al impacto, pero no sabían el porqué de su acción. Y como si quisiera señalar algo, la estiró fuera de la ventana, atrapando algo en el aire.

Trozos de carne y sangre salieron tras dicho movimiento. El escalofrío entre los presentes se intensificó al ver aquella mirada.

No era de un joven moribundo a punto de morir como sus celulares reflejaban… Era algo más…

Sus labios se movieron lentamente, creando una sola frase… Una frase que heló la piel de todos y cada uno de quienes vieron la escena, incluso de quienes lo veían por sus ordenadores y aparatos tecnológicos.

“Voy a volver… Y matarlos a todos ustedes…”

Con esa última línea, el joven cayó, como si de un títere cuyas cuerdas fueron cortadas se tratara.

Al siguiente instante, el rostro del joven mostraba el epítome de la felicidad misma.

Cómo si la escena anterior no hubiera sucedido.

Cuando los paramédicos y cuerpo de bomberos llegaron, ya no había nada que hacer.

El número de descensos solo fue aquel joven. Los otros pasajeros solo tenían contusiones y moretones, a lo mucho fracturas.

Incluso el conductor, causante del accidente solo terminó con el cuello roto y fractura en dos costillas, pero vivirá.

Entonces, esa línea de venganza, para quien iba dirigida.

Los medios no tardaron en difundir dicho vídeo, y mucho menos tardo en hacerlo viral… Incluso hubieron leyendas urbanas de que el joven comenzó a aterrorizar a los conductores, pero no hubo prueba alguna.

Pero seguía la incógnita… “¿A quien iba dirigida?”

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