Akuma Koujo Vol. 02 Cap. 07

Akuma Koujo Vol. 02 Cap. 07

Traducción: Yumeno

Corrección: Ganzito


 

Capítulo 07:
Los niños envueltos por la oscuridad

No podía verse a los alrededores, cuando fueron tragados por lo “negro” alguien estaba tomando la pequeña mano de Fantine guiándola por ese lugar aterrador.

— C… ¿Chris-chan…?

Pensó que la persona que la estaba guiando era Christina, pero a pesar de que Fantine estuviera llamándola, nadie le respondía, el lugar en el que se encontraba Fantine era un bosque oscuro en el que ni siquiera los insectos emitían ruido, estaba oscuro, pero podía ver el jardín de flores en la luz que pasaba entre los árboles.

— Moo ¿Por qué?

¿El miedo no podía mantenerse por demasiado tiempo? La persona que parecía haber salvado a Fantine la dejó en ese lugar como si nada y abrió la boca con insatisfacción ¿Por qué la dejarían a ella, una niña en un lugar tan peligroso? No lo entendía, estaba honestamente feliz de que hubiera alguien que la salvara, pero si la iba a salvar debería de tomar la responsabilidad y seguirla protegiendo, Fantine estaba pensando en eso.

Miedo a los vampiros, miedo a los monstruos bestia, pero ahora también temía al bosque oscuro en el que se encontraba, “No quiero las cosas que dan miedo, así que quiero huir” esa ojou-sama dijo “huyan” dijo que los perdonaría si lograban escapar pero…

— ¿Por qué perdonarnos?

Fantine no entendía las palabras que le había dicho Yurushia, no entendía que era lo que decían los adultos, Fantine nació en una familia de aristócratas, pero nunca entendió que fue lo que los demás querían de ella, pero aun así era algo que para Fantine era de lo más normal, para ella todo el mundo era de su propiedad, ni siquiera había tenido necesidad de caminar, a Fantine desde que nació la región de las demás personas era algo ambigua, todo era de su posición, ni siquiera le importaba robarle las cosas a los demás, sin poder comprender lo preciado que es para los demás, sin saber por qué las cosas serían queridas para los otros, ni siquiera dudaba en arrebatarle la vida a pequeños animales. Todo el mundo era para que Fantine jugara, pero aun así a esa Fantine lo detestaba hasta la muerte.

Cosas que no eran de ella, el hambre, el sufrimiento, el dolor, eran cosas que Fantine detestaba, pero incluso a Fantine solo a la muerte le tenía gran miedo, para ella que todas las cosas le pertenecían, lo más importante de ella en todo el mundo era su única vida, era normal que protegieran a los niños, no necesitaba a unos padres que no pudieran protegerla, tampoco a la casa del Archiduque, no le dejaban dinero ni juguetes, así que tampoco los necesitaba, a los gemelos con sus métodos para conseguir comida, a Christina quien no le dijo como conseguir dinero, tampoco los necesitaba al no protegerla, tenía miedo cuando los vampiros atacaron, Fantine sabía que ni siquiera usando a los otros tres cuyas vidas no apreciaba no tendría el poder para protegerse, pero ahora ya no tenía miedo, solo bastaba con buscar a la siguiente persona que la protegiera.

— Ojou-sama me protegerá.

Estaba esa Ojou-sama, tenía a Yurushia que continuaba sonriendo aún frente a los temibles monstruos, es la ama de Fantine, así que era más que evidente que tenía que proteger su vida, que era lo que más apreciaba Fantine, cuando llegó a esa conclusión, a pesar de que se suponía que estaba escapando no se escondió, comenzó a caminar sin dudas hacia la mansión en la que se supone debería de encontrarse Yurushia.

— Fum, fum.

Atravesó de manera atrevida la puerta que estaba abierta, sin acercarse hacia la bola negra que daba un poco de miedo en dirección a la mansión, encontró el carrito con dulces que aún no les habían enviado y comenzó a comer, debido a que fue demasiado atrevida que no se topó con los medio humanos ni con los vampiros. Ahora que lo pensaba bien era algo más que evidente, lo más apreciado para Fantine era su vida, así que no había manera de que esos vampiros le quitaran lo que le era más apreciado.

Cuando “se equivocó” pensando que no tenía que temer comenzó a caminar con el jardín llevando consigo los dulces, cuando se dio cuenta de que había algo detrás de ella.

— ¿Qué?

Se dio la vuelta levantando la voz, y allí se encontraba algo como un perro, aquello que no era humano había aparecido entre la oscuridad y con sus instintos asesinos dejó a Fantine sin aliento, en cambio, levantó un grito, un perro negro, un demonio de los vampiros, Death Hound…

— ¿¡Hyaaaaaaa!?

Fantine con el rostro torcido por el miedo intentó huir tras caerse… dos… tres… los Death hound comenzaron a salir uno tras otro de la bola negra, comenzaron a saltar hacia su presa con movimientos un poco torpes.

— ¿¡Por qué!? ¿¡Por qué!?

¿Por qué los perros la estaban atacando? Fantine no podía entenderlo.

¿Por qué nadie venía a salvarla? Fantine no podía entenderlo.

¿Por qué intentaban robarle su vida, lo más apreciado para ella en el mundo? Fantine no podía entenderlo.

En medio de la desesperación y el miedo, Fantine extendió la mano hacia la chica que es su ama, gritando hacia la oscuridad.

— ¡¡Salvameeee!!

Pero nadie respondió a sus gritos, continuo gritando una y otra vez, pero al final solo se escuchó el sonido de su cuerpo rasgándose en la oscuridad de la noche.

 

◇◆◇◆◇

 

— No puedo creerlo, no puedo creerlo, no puedo creerlo.

Ninet estaba escondiéndose en un pilar cercano a la puerta trasera de la mansión, estaba temblando con sus dientes chocando mientras ponía en posición su espada, estaba apretando con tal fuerza el mandoble de la espada hasta que sus dedos se pusieron blancos mientras continuaba susurrando como si estuviera maldiciendo.

— No puedo creerlo.

Se suponía que solo era una fiesta de té, se supone que solo se quedaría dormida, se suponía que solo había participado para que le regresaran la espada, no podía creerlo, aquellos monstruos, aquellos monstruos que se habían infiltrado dentro de la aristocracia, que estuvieran participando en esta fiesta de té, la manera en que la señorita retó a sus monstruos, la manera en que la señorita estaba riendo, por su culpa su vida estaba en peligro, había toda clase de cosas que no podía creer.

— No, no, no, no, no, no, no…

En definitiva, no, no quería morir, Ninet regresará a casa y vivirá de manera “fácil” a Ninet le desagradaban las cosas molestas, le gustaba la manera “fácil” de vivir de su gemelo hermano mayor, para ello su hermano decía su lógica creada a todos, pero a Ninet eso no le desagradaba.

Le desagradaba ser una doncella teniendo que ser considerada y detallista.

Detestaba tener que entrenar, ser un caballero y blandir la espada.

Detestaba también tener que seguir los planes de su hermano.

Detestaba que los demás se molestaran con ella.

Detestaba no poder comer a menos que trabajara.

Detestaba tener que pensar en algo para poder vivir de manera fácil.

Odio, odio, odio, odio, solo queriendo vivir de manera fácil.

Como resultado de pensar que todo le era molesto terminó teniendo una personalidad en la que vivía a la sombra de su hermano, Ninet realmente no deseaba muchas cosas, pero no es como si no hubiera nada, detestaba la comida que sabía mal, quería comer comida deliciosa, detestaba dormir en lugares fríos, quería una habitación cálida, detestaba no tener dinero, deseaba dinero, por eso es que necesitaba el poder de una espada, si tuviera una espada poderosa entonces podría ser fuerte sin necesidad de entrenar, solo con eso todos la aceptarían, se convertiría en la capitana de una escolta de adultos, dejándole a sus subordinados la protección de la señorita, Ninet solo quería vivir la vida fácil.

En cierto sentido, entre los cuatro Ninet era la más “normal” eso era porque aún torcida quería dibujar un futuro para sí misma, trabajando para la señorita, dejándole las cosas molestas a los mayordomos y sirvientas, dejándole todas las cosas para pensar a su hermano mayor, vivir fácil siendo una adulta, pero todo aquello en algún momento se volvió loco, de pronto dejó de poder comprar cosas usando el nombre de la señorita, su comida y su paga se redujeron, el trabajo fácil de servir a la señorita se había vuelto en algo difícil y huyó del trabajo.

No hice nada malo.

¿Por qué mi vida tiene que correr peligro?

¿De quién es la culpa que ocurriera esto?

— Es culpa de Ojou-sama.

Es culpa de la señorita por haberla traído a un lugar tan peligroso como este.

Quiero huir rápido.

Tengo que escapar rápido.

Esa señorita le dijo que escapara, pero Ninet no pudo hacerlo, no era porque no pudiera escapar dejando atrás a su hermano mayor, le había dejado todo a los demás, a la casa del Archiduque, dejó de pensar por completo, se lo dejaba a su hermano, todo para vivir la vida “fácil”… así que en esta situación peligrosa… ni siquiera sabía cómo escapar.

— … Hiii.

Se escucharon pasos en el oscuro bosque de los alrededores de la mansión, normalmente no podría escucharse, normalmente los sonidos que desaparecían en el bosque se reunieron, incluso los pequeños sonidos de los insectos llegaron a Ninet. Entonces, las personas comenzaron a aparecer desde la oscuridad, persona tras persona… todos tenían colmillos, se dio cuenta de que se trataba de “monstruos”.

— …

Pero ni siquiera pudo perder la conciencia, hasta ahora había tenido una vida sin muchas emociones, ni siquiera podían subírsele a la cabeza al punto de perder la conciencia.

La fuerza de los vampiros, la diferencia de edades vividas, la sangre de los otros seres vivos… en el caso de que alguien de la alta aristocracia o fuertes magos se volvieran vampiros, aunque su fuerza no cambiara, su “valor” cambiaba, con el tiempo su poder no aumentaba ni decrecía, las sirvientas y mayordomos de Mylene usaban ese “valor” y ahora… usando ropas comunes, sin poder esconder su fealdad como vampiros, en cuanto encontraron a Ninet comenzaron a sonreír de manera perversa, se trataban algunos de los 400 vampiros inferiores bajo el mando del conde Olbel.

La espada mágica que tenía Ninet en las manos era un arma poderosa, pero solo era una niña, sin entrenamiento, no había manera de que los derrotara, tenía la boca seca, ni siquiera podía respirar bien.

Ninet lo comprendió.

Estaba por morir, los monstruos la atacarían, desgarrarían su carne, devorarían sus órganos internos aun estando con vida.

—… Los maldigo…

Mientras derramaba sus primeras lágrimas maldijo a sus padres que fueron encarcelados, maldijo a su hermano gemelo, maldijo a sus inútiles aliados, maldijo a Yurushia por haberla traído a este lugar, entonces llevó la tambaleante espada que tenía en las manos hacia su garganta.

No había otro método para que pudiera tenerla “Fácil”

 

◇◆◇◆◇

 

A un lado de la mansión de Olbel se encuentra una enorme capilla, en los días de descanso los ciudadanos venían a pedir piedad, incluso los niños se acercaban a orarle a la diosa de la cosecha Kostoru, se trataba del lugar más sagrado de estas tierras.

— … Hgg… Hgg…

En su interior se encontraba Christina derramando lágrimas soportando las ganas de gritar, Christina fue envuelta por lo “negro” gracias a alguien la habían dejado en una de las esquinas del jardín, en medio de la confusión logró esconderse detrás de la sombra de un árbol de manera apresurada, se encontró con una sirvienta y la trajo a esta capilla.

No había recibido nada de violencia, la habían dejado en el altar de la capilla siendo rodeada por las sirvientas inexpresivas, solo se le quedaban viendo sin decir nada, con ello sintió tanto miedo como para pensar que se volvería loca.

Christina no vio a estas sirvientas en el primer momento en que llegó al jardín, tenían una belleza que no caería ante la misma Mylene, sin tener poder, sin tener posición, elegidas solo por su apariencia, amadas por su “ama” más de 50 vampiros de bajo nivel, ellas fueron las elegidas por su ama…

Kii…

La puerta de la capilla en donde se escuchaban sus llantos comenzó a rechinar, abriéndose.

— … Hii.

Cabellos color de la noche, una belleza externa que hacía pensar que no era humana… se trataba de la esposa Kamila, hombres lobo, mujeres tigre, hombres cerdo, hombres rata, traía con ella a unos 30 semi humanos entrando en la capilla. Vio al chico que cargaba en brazos como si fuera un muñeco y Christina dejo salir lágrimas de desesperación.

En sus brazos se encontraba Nowal con una mirada vacía, ¿Fue atrapado al igual que lo hicieron con Christina? ¿Qué crueldades la habían hecho? Sus ropas de mayordomo de gran calidad dignas para formar parte de la casa del archiduque se encontraban desgarradas, en la piel blanca que se mostraba podían verse incontables marcas de “colmillos” pero los que había traído Kamila eran solo semi humanos, además de que Nowal estaba con vida, se dio cuenta de que todo era para la diversión de Kamila.

— Fu, fu…

Como si viera que Christina estaba presa de pánico, Kamila lamió la sangre que había en la mejilla de Nowal, le enterró los colmillos en el cuello, cuál si fuera una mordida dulce, entonces tomó con su lengua roja la sangre fresca que fluía.

Nowal temblando por ser tocado por los colmillos y lengua, en cierto sentido era una imagen obscena, aquella que se reflejaba frente a Christina y sin querer termino dándoles la espalda, pero cuando en los ojos vacíos de Nowal se reflejó la figura de Christina una ligera luz regresó, entonces hizo una sonrisa maliciosa.

— Se… señora… bebe también su sangre, por favor, es mucho más deliciosa que la mía.

No era su aliado, con las palabras de Nowal como si desechara el respeto a la humanidad, Christina se quedó con los ojos bien abiertos sin aliento, Kamila sonrió con alegría.

— Jo, jo, jo, a diferencia de esa nada linda santa, ustedes en serio que son lindos.

Kamila se dirigía con mucho interés a Christina, Nowal en medio de la desesperación era como si acabara de ver un brillo de esperanza.

Nowal había vivido fácil, pero de una manera diferente a la de su hermana gemela Ninet, el vivir de manera fácil era “moderadamente elegante” fue molesto haber nacido como el heredero de una familia aristócrata, era una molestia tener una posición con responsabilidades, pensó que si hubiera nacido como ciudadano normal o como rey hubiera tenido una vida libre de hacer lo que quisiera, pero entre más se tuviera una posición alta mayor sería la presión y las responsabilidades, en el caso de fallar no había manera de que pudiera tener una vida fácil, así que en lugar de convertirse en alguien más importante, decidió dejarle las responsabilidades a las personas más importantes, dejándole las cosas molestas a sus subordinados, a sus “aliados” fue la manera en que pensó evitar las cosas molestas.

Si fallaba era culpa de sus subordinados, las personas que tienen que tomar la responsabilidad son las personas más importantes, para Nowal la “vida fácil” era dejarle las cosas molestas a las demás personas, solo viviendo sin la necesidad de sufrir. Para ello no le importaba a quien tuviera que llevarse entre las piernas, siempre que pudiera evitar las cosas molestas no le importaba vender a las demás personas, fueron gemelos cuya casa cayó, pero Nowal terminó en la mejor de las posiciones, siendo el sirviente de la señorita Yurushia.

Al ser Yurushia una niña sus órdenes deberían de ser sencillas, incluso si cometieran un error Yurushia no los regañaría con una expresión como si les fuera una molestia, bastaba con que les dejara los recados molestos a los demás sirvientes de la mansión, Nowal se dio cuenta de que podía hacerlo casi todo usando el nombre de Yurushia, como si probara si podría haber algún problema primero hizo que Ninet comprara una gran espada y se la entregaron sin ningún problema, nadie la había regañado, así que él logró conseguir después toda clase de cosas usando el nombre de su ama, su comida hasta ahora también era mucho mejor que en la casa del conde, si se los ordenaba a las sirvientas también le cambiaban las sabanas dándole nuevas, era espléndido, ya que en lugar de parecer él el sirviente parecía como si le sirvieran a él.

Pero esa vida sin problemas se desmoronó en solo unos pocos meses, la misma Yurushia dejó de llamarlos, dejo de pedirles cosas, dejaron de poder usar el nombre de Yurushia, estaba perdiendo el lugar que había conseguido, ni siquiera limpiaban más su habitación, la comida que les servían ya era inferior incluso que el de la casa del conde, había perdido por completo el trabajo… pero aun así Nowal no hizo nada para intentar cambiar la situación, él quien había recibido educación como el hijo heredero de la familia del conde juzgó que podía ser algo molesto si se dan cuenta de que comenzó a gustarle el dinero del archiduque.

Yurushia guardaba silencio, mientras que Nowal no dijera nada, no deberían de regañarlo, su hermana menor y los demás se habían convertido en una molestia.

Eventualmente, le faltaría el dinero, tendía que encontrar otra manera de vivir como parasito, hasta ahora había logrado llevarla bien sin tener que vender a su tonta hermana menor… pero de pronto Yurushia los mandó a llamar después de mucho tiempo, la ingenua Yurushia dijo que los perdonaría, inusualmente los llevaría a una fiesta de té.

Pero… era una trampa.

Dentro de lo que podía ver solo habían flores, en medio de eso Yurushia usó magia y cuando se encontraba lo habían dejado cerca de la entrada, fue encontrado por un monstruo y le chuparon la sangre. Si las cosas continúan así moriría, en medio de ese medio Nowal encontró a alguien que tomara su lugar.

 

— E… ¡Es cierto señora! ¡Déjenme unirme a ustedes! Si lo haces entonces engañaré a esa mujer que se hace llamar santa para que le chupe la sangre… ¿¡Gyaaaa!?

En el instante en que Nowal estaba diciendo esas palabras le clavaron los colmillos, pero no le chuparon la sangre, los colmillos le llegaron hasta los huesos del hombro.

— Detesto a los niños tontos.

Nowal no podía dejar salir su voz entre el dolor y el miedo, mientras Kamila le sonreía gentilmente con su mirada de bestia, a su lado…

— Por su culpa…

Christina dejó salir ese susurro, Kamila volteo a verla.

— ¡Las cosas terminaron así por su culpa! A pesar de no ser más que una mocosa, envió lejos a Atariine-sama y a Oleriine-sama, todo es su culpa.

La ahora fallecida esposa de la casa del conde Koel y la mamá de Christina eran amigas, Christina había sido criada viendo de buena manera a las hijas de la familia Koel, no había escuchado buenos rumores de ella, pero los juzgó como celosos, teniendo una gran belleza, viniendo de buena familia, Christina y su mamá así lo pensaban, esperaba con ansias el día en que podría servirles…

… Pero Christina perdió esa oportunidad.

La familia Koel se vio involucrada en el asunto de la invocación de demonios Albertine Koel y su mamá terminaron falleciendo juntas, la familia del Conde Celda a la que pertenecía fue destruida y termino como una huérfana, los niños afectados de ese incidente no fueron solo los niños secuestrados, incluyendo a Christina, incluyendo a los cuatro, también fueron afectados los hijos de los criminales.

La familia del archiduque de Velsenia comenzó a ayudar a los niños afectados, comenzaron a buscar entre ellos a quienes quisieran servirles, pero antes de eso nadie quería cuidar de los hijos de criminales y solo pasaban sus días lúgubres en el orfanato de la iglesia.

Pero Christina tenía una esperanza, aunque el nombre del conde Koel hubiera desaparecido. Aún tenía a Atariine y a Oleriine con su mansión en la capital del reino, si cumplía cinco años y pudiera servirles… o eso se suponía… después de cierto problema las chicas fueron enviadas hacia el país vecino quedándose a vivir de aquel lado, Christina perdió toda oportunidad de poder servirles, pero el Archiduque Fold quien había visto como el asunto como algo pesado les había extendido la mano a los cuatro, quería que fueran los sirvientes de su hija que tenía una edad cercana a la de ellos.

Princesa del reino, Yurushia Von Velsenia.

Se suponía que debería de estar con Atariine y Oleriine a quien tanto respetaba, pero terminó quedándose en el lugar en el que le robaron todo. Incluso Christina no podría hacer algo como odiar a una persona que no había visto nunca antes, pero al ver a Yurushia, amada por mamá, papá y por todos de manera incondicional, al ver a Yurushia la proclamada por todo el reino como la Santa, comparada con ella quien perdió su casa, el amor de sus padres, incluso la capacidad de servir a los amos que tanto quería solo quedó su odio hacia Yurushia, por eso es que le dijo a los tontos hermanos como podían conseguir dinero usando su nombre, le dijo a Fantine donde es que Yurushia guardaba sus cosas más importantes, intentando hacer que sufriera aunque sea solo un poco.

Hasta ahora los sentimientos de Christina eran un caos, pero ahora que estaba a punto de perder la vida, el más puro odio comenzó a arder.

— Ella… mataré a Yurushia…

Perdió la cordura en medio del miedo, al ver a Christina con lágrimas de sangre anunciando eso Kamila desechó a Nowal y abrazó gentilmente a Christina.

— Ah… por fin algo delicioso…

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