Akuma Koujo Vol. 02 Cap. 06

Akuma Koujo Vol. 02 Cap. 06

Traducción: Yumeno

Corrección: Ganzito


 

Capítulo 06:
Fiesta de té a la luz de la luna


— … ¿Necesita algo?

El sol había bajado por completo, llamé a los cuatro para que vinieran, creo que Bio ha de haber sido más estricta con ellos, debido a eso pude sentir como los cuatro me despreciaban, bueno, a estas alturas ya no tiene ningún sentido.

— A partir de ahora iré a una “fiesta de té” acompáñenme.

Les ordené completamente en modo de señorita y pude ver una reacción diferente en todos, Nowal me observo con una expresión de sospecha, Ninet bostezó sin disimularlo como si le pareciera molesta, Fantine me ignoró mientras parecía divertirse aplastando hormigas con el pie, Christina a pesar de que estaba inexpresiva en el momento en que escuchó la palabra “fiesta de té” se quedó con los ojos abiertos. Primero comencemos con la aprendiz de dama.

— A partir de ahora nos dirigiremos a la “fiesta de té a la luz de la luna”

— ¿¡Nna!? Qué tontería… esa invitación ya no se encuentra, además de que en el momento de que hablas de ello con otra persona nunca más…

— No hay ningún problema, Mylene-sama me dijo que incluso podría llevarlos a los cuatro, puedes estar tranquila.

Mientras decía eso les mostré cuatro invitaciones más, Christina me la arrebató como si me la robara para leerla, levantó la mirada a verme con frustración… Ara que bonitos ojos.

— Ojou-sama… estamos ocupados así que algo tan sencillo como eso… ¿Verdad Ninet?

— ¿Eh? Ah, um…

Nowal parecía tener un poco de interés, pero dio un paso atrás como si no supera nada, Ninet solo siguió a su hermano mayor.

— Ninet, ¿Si vas a escoltarme necesitarás tu espada, verdad? ¿No la necesitas?

— ¿¡Eh!?

Aunque intentara venderla de seguro, ella no quería alejarse de la espada, al ver de regreso la espada mágica que se suponía había vendido se sorprendió con brillo en sus ojos.

— O… ¡Oye Ninet!

— Nowal, aquí tienes.

— ¿¡…!?

Le mostré los relojes de oro que también recuperamos, Nowal se quedó atónito.

— Son listos, ¿Saben lo que significa, verdad?

— …

Cuando le mostré las pruebas a la cara, Nowal hizo una sonrisa y terminó guardando el reloj de bolsillo. ¿Será que pensaron que recibieron castigos al estar “robando” el trabajo en la casa del Archiduque? ¿Pensaron que los perdoné al regresarles esto? En serio… no tienen esperanza.

— Fantine ¿Hay algo que desees?

— ¿Um?… ¿Habrá dulces?

— Por supuesto, los dulces y el té son deliciosos, debería de haber una montaña.

— ¡Entendido!

Con Fantine ha de ser algo como esto, después de todo no tiene maldad en su corazón.

— Ya llegó la carroza por nosotros.

Un aroma extraño a rosas… ese mismo aroma inducía algo de sueño, eran dos carrozas elegantes lindas, los mayordomos y sirvientas que salieron de adentro bajaron la cabeza.

— Ustedes entren en esta carroza.

El mayordomo con una voz elegante les habló a los cuatro, se dirigieron a una carroza mientras que yo me dirigí a una sirvienta que estaba en la otra carroza.

— ¿Podría escoltarme?

— Ah, sí.

Su mano era fría además… apestaba ligeramente a bestia, ¿Qué clase de expresión están haciendo esos cuatro ahora? ¿Inseguridad? ¿Felicidad? La verdad es que da igual, si no me he rendido con esos cuatro es simplemente por papá, por eso es que les estoy dando una última oportunidad, frustración, arrepentimiento, desesperación, arrepiéntanse hasta la muerte mientras lamen mis zapatos jurando ser fieles a mí.

En la carroza a la que subí casi no se balanceaba y la sirvienta que vino de la mansión de los Olbel se me quedaba viendo a la cara, no sirve de nada, no puedo ver hacia afuera, pero… creo que vamos varias veces más rápido que en una carroza normal ¿Vamos volando por el cielo? Es que, no hemos dado una sola vuelta, algo como esto no es creado por humanos.

Con esa imagen de la carroza llegamos en un instante…

— Su majestad, adelante, sea bienvenida.

Las sirvientas y los mayordomos hermosos como muñecas estaban alineados, en el centro se encontraba una chica de unos 11 años con un vestido del color del cielo nocturno, recibiéndome, una sonrisa atractiva que derretía el corazón de las personas, en cuanto los cuatro vieron sus ojos como joyas se quedaron petrificados. Me detuve en ese lugar y de esa manera con una sonrisa ligera me le quedé viendo, ¿Los saludos comienzan desde las personas de menor rango social, sabías?

— … Soy la hija mayor de la casa Olbel, mi nombre es Mylene.

— Soy Yurushia, ¿Podrías guiarme?

— … Por aquí.

Pareció dudar un poco, pero sonrió como si eliminara la presencia de su insatisfacción y comenzó a guiarme hacia el jardín.

Bueno, ¿Comenzamos con el enfrentamiento entre monstruos?

 

◇◆◇◆◇

 

Mylene había invitado a la “princesa dorada” con los mismos pensamientos, pero había algo extraño, Yurushia a pesar de ser pequeña era más hermosa que lo que contaban los rumores, desde el momento en que la vio en la carroza Mylene y Kamila pudieron sentirse afectadas, incluso Mylene tragó saliva ante su belleza que no parecía humana, así que intentó usar “atracción” hacia ellos, los cuatro seguidores se quedaron atónitos, pero unos segundos después se liberaron, Yurushia no solo no se vio afectada, sino que al contrario parecía como si se la hubiera regresado.

(No… ¿¡No me digas que Yurushia tiene más atractivo que yo!?)

Por un instante Mylene volvió a pensar con tranquilidad.

(No, puede que sea como se esperaba de “La santa” puede que normalmente ya esté usando protección contra magia…)

No era el “Charm” de un vampiro, más bien es una magia basada en los vampiros, pero en caso de ser rechazada podía incluso reflejarlo hacia el que lo lanzó, Mylene ya se había decidido, no podía admitir que su atractivo fuera inferior al de aquella niña.

Para poder sacrificar a la princesa del reino sagrado el conde Olbel también Kamila estaban asomándose desde la oscuridad, no caería fácilmente como todas las otras chicas hasta ahora, el conde Olbel sabía que se necesitaba ser así con las chicas que tenían fuertes sentimientos, pero el detalle… es que aun dejando de lado Yurushia incluso sus seguidores parecieron no caer, lo que hizo que Mylene se molestara aún más.

— Mylene-sama… ¿Y los demás participantes?

Regresando la conciencia de sus acompañantes, Mylene le mostró una sonrisa suave.

— Ya que Yurushia-sama por fin vino, esta noche me abstuve de invitar a más personas.

No había manera de que pudiera guardar algo para los sacrificios menores teniendo el mayor sacrificio frente a ella, en ese sentido los cuatro no son más que sirvientes, en cierto sentido solo adornos para hacer que su ama se vea mejor.

Hasta ahora había dejado que regresaran a casa algunos para poder disimular a los sacrificios, pero en esta ocasión no podía hacer algo como que sus cuatro seguidores fueran los únicos que se retiraran, ellos cuatro son solo niños, no estaba muy alerta de ellos como con Yurushia después de todo ya se habían ido con los otros sirvientes y tenían una expresión de estar derritiéndose mientras disfrutaban del té y las galletas. Pensándolo de manera tranquila es algo normal.

— …

Cuando Mylene se dio cuenta de que había una mirada fija sobre ella, de pronto sintió como un sudor frío recorriera su espalda, al darse vuelta en dirección a esa sensación extraña allí estaba la sonrisa de Yurushia sin sentimientos como si fuera una muñeca, estaba viendo en silencio a Mylene.

— … ¿Sucede algo?

— No, estoy feliz de que se tomara la molestia de cuidar también a mis seguidores, pero…

Yurushia comenzó a hablar tranquilamente, pero de pronto cortó con sus palabras, y en ese instante le dio la sensación de que la “presión” aumentó.

— Mylene… me gustaría que pusiera atención solo “en mí” ¿Podría ser algo egoísta para la princesa plateada?

— Eso es… lo lamento.

Mylene bajó la cabeza de manera natural ante la elegante sonrisa de Yurushia, incluso ella misma se sorprendió, hasta ahora había bajado la cabeza frente a muchos otros aristócratas, pero cuando mucho era una actuación, dentro de ella se estaba burlando de aquellos aristócratas pero… ¿Por qué? Ella era la invitada, pero a pesar de que supiera que es la hija del Archiduque con las palabras de Yurushia, Mylene se puso como inferior a ella de manera natural. Mylene al darse cuenta de eso, apretó los dientes con la cabeza abajo.

(Esta… ¡Está maldita humana!)

Mylene también había escuchado rumores acerca de Yurushia, la “princesa” cara del reino sagrado, la hija principal del Archiduque, casi no sale a lugares públicos, no hay personas que la menosprecien a pesar de verla por primera vez como a alguien pequeña, no solo eso, a pesar de su corta edad ha viajado y salvado a aquellos que están sufriendo, en especial una parte de los hombres aristócratas la adoran como si fuera una diosa, una verdadera Santa.

Pero al ver a Yurushia frente a ella sintió que había algo que no cuadraba.

— ¡…!

Mylene atrapada en el mar de sus pensamientos en cuanto vio a un sirviente a un lado de Yurushia con sus garras negras.

— Ustedes, el té de Yurushia-sama se va a enfriar, vayan a cambiarlo rápido.

Normalmente, no daría indicaciones, pero terminó pidiéndoles a las sirvientas y mayordomos que cambiaran el té y los dulces, pero ellos parece que no podían quitarle la mirada de encima a Yurushia, era como si su belleza les estuviera robando el alma.

(Esto es malo…)

Aquellas “personas” que fueron cautivadas por el atractivo de Yurushia les hacían más complicado, Mylene intento hacer algo poniéndose de pie, pero Yurushia como si la detuviera comenzó a hablar.

— Está bien de té, aunque me la pasé bebiendo té… ¿Verdad?

— ¡…!

¿Qué es esto? Estaba confundida ante su figura completamente diferente a lo que decían los rumores, su actitud, acciones y palabras no eran típicas de alguien de la alta sociedad que ha sido invitada a una fiesta de té.

— Balanceándome en la carroza, y en cuanto llego me dejas sola… ¿A qué se supone que vine?

— … Lo… lo siento mucho.

Por ahora se disculpó solo en forma, pero la resistencia de Mylene estaba llegando a su límite, según el plan atraparían a Yurushia, se había decidido que harían que se doblegara mentalmente, pero con esa actitud frente a Mylene su orgullo no le permitía continuar bajando la cabeza frente a la niña, en el instante cuando pensaba olvidarse de sí misma dejándoselo todo a la ira… clack… Mylene volteó a ver hacia abajo, parece que se había caído algo.

— Ese “cortaúñas” es difícil de usar, así que te lo regreso.

— ¿¡…!?

Tenía un gran rubí como del tamaño de la punta del dedo de una persona adulta, se trataba de una de las joyas que le había enviado Mylene a Yurushia para obtener su buen humor, tenía un gran costo como para poder comprarse una pequeña mansión con eso, Mylene sorprendida intentó recogerlo cuando frente a ella comenzaron a caer más cosas al suelo.

Mylene estaba tan molesta que sintió que se marearía.

(¿¡Qué demonios le pasa a esta!?)

Que Yurushia la estuviera provocando tanto, de seguro era porque ya sabía acerca de los secuestros, cuando menos ha de haber sido porque pensaba en algo extraño acerca de la fiesta de té a la luz de la luna, por eso es que estaba usando una actitud tan violenta como si estuviera lanzándole leña al fuego.

Pensando en eso estaba convencida, entonces también se dio cuenta de la ingenuidad de Yurushia, su corazón como una santa, de seguro estaba haciendo cosas para que levantaran sospechas de lo ocurrido, pero claramente se veía como una niña, había venido aquí sin un solo guardia.

(Ya basta, ¡La mataré en este lugar!)

Yurushia se había emocionado demasiado con su actitud, como resultado de lanzarle leña al fuego de seguro le daría la peor de las muertes… pero…

— ¿Sabías del “escándalo del vampiro” que ocurrió varios años antes en el país vecino de Telted?

Con las palabras de Yurushia no solo Mylene, incluso Kamila y el conde Olbel quien observaba desde la oscuridad, pusieron una expresión tensa.

— … ¿Yurushia-sama? ¿De qué está hablando…?

La voz de Mylene ya había perdido por completo su humanidad, los cuatro seguidores temblaron como si acabaran de despertar de un sueño cómodo que se convirtió en una pesadilla. Sus palabras suaves se detuvieron, los músicos, las sirvientas y los mayordomos, todos se le quedaron viendo inexpresivos, solo Yurushia continuaba con una sonrisa tranquila.

— Estoy hablando sola, parece que en ese entonces habían varios vampiros, pero al final perdieron contra los humanos y huyeron abandonando a uno de los suyos.

Con ese “monólogo” los rostros de las sirvientas y los mayordomos se torcieron como si fueran bestias, una gran ira se había apoderado de ellos, en especial la ira de Mylene era sorprendente, estaba tan molesta que sus pensamientos habían cesado, las flores vividas se marchitaron en un instante.

— … ¿Qué quieres decir?

Mylene estaba temblando de ira, y Yurushia como si no hubiera notado las extrañezas de los alrededores, lanzó la invitación que tenía hacia el jardín.

— … ¿Sabías que la peste de bestia no se puede esconder con el aroma de las flores?

En el siguiente instante todos los mayordomos y las sirvientas manteniendo por poco sus formas humanas sacaron sus colmillos, no solo eso, también los músicos comenzaron a convertirse en bestias.

— ¡Hiii!

Los cuatro seguidores habían sido rodeados por monstruos de pronto, por fin comprendieron la situación en la que se encontraban, se abrazaron entre lágrimas como si usaran de escudo al otro. Era tanto el torbellino de intenciones asesinas que incluso ellos cuatro en la lejanía perdieron la conciencia, lo único por lo que mantenían la cordura era porque tenían como ama a Yurushia… solo por ese motivo, si es esa famosa Santa entonces cuando menos los salvaría, ellos confiaron de manera egoísta en su “ama”

Al ver a Yurushia que parecía tenerla libre Mylene sonrió mientras mostraba los colmillos.

— Venir a pesar de que te diste cuenta… estoy feliz de que no seas la Santa solo de nombre.

— Yo nunca me puse ese nombre, en la mayoría de las ocasiones solo me trae problemas… me gustaría vivir en paz.

En esta situación, Yurushia estaba suspirando, cuando las dos sombras en la oscuridad aparecieron.

— No creas que la tendrás “fácil” solo por tener tu sangre.

El vampiro de cabellos ceniza, el “Conde Olbel” hizo aparición.

— Parece que crees tenerla fácil por ser la santa, ¿Acaso piensas que puedes escapar?

La vampira de cabellos negros, la “esposa del conde” Kamila.

— Haré que esa sonrisa desaparezca mientras gritas y lloras.

La vampira de cabellos de plata Mylene, los vampiros cambian cada año, con el pasar de los tiempos van acumulando poder, los Olbel eran vampiros de 400 años, su fuerza como “parte de la aristocracia” les daba la capacidad de ser nivel “catástrofe” con la capacidad de destrozar un país, de la misma manera Kamila con 200 años y Mylene con 100 años tienen la capacidad de destruir ciudades “nivel calamidad” los tres juntos eran una gran amenaza, de seguro más poderosos que espíritus superiores.

— …

Pero solo a Mylene le parecía algo extraño que Yurushia continuara sin temer, ¿Qué es esa sensación extraña? Por ejemplo, era como si se hubiera equivocado al presionar un botón, ¿Desde “cuando”? ¿Desde qué ella llegó al país?

(No puede ser… es imposible)

Este país Teterudo, el reino sagrado da luz a la Santa y al Héroe, sus ciudadanos son muy creyentes, un lugar en el que las personas que sufren atraen a los demonios, pero Mylene justo por eso es que eligió este lugar, una tierra santa en donde se reúnen toda clase de religiones, de seguro nadie se daría cuanta si un monstruo se infiltrara dentro de la aristocracia, lentamente, con cuidado, comiéndose el país sagrado en silencio, cambiando de lugar, cambiando de posición, cambiando su figura mientras continuaba devorando sangre, no había nadie que pudiera ganarle a esa Mylene, incluso aunque Yurushia fuera la verdadera “Santa” mientras que aún no existiera el “Héroe” no podía hacer algo como luchar, además de que Mylene confiaba en la fortaleza de sus dos compañeros.

Pero al mismo tiempo estaba desesperada al punto de vomitar, cuando recibió el ataque de los caballeros en Telted todos pelearon, pero puede que en realidad no hubiera necesidad de sacrificar a uno de ellos, Mylene había salido huyendo con los otros dos… el conde Olbel y Kamila creando su nido de monstruos…

— ¿Entonces jugamos a las atrapadas?

La voz alegre de Yurushia resonó, era como si estuviera jugando, como una niña que se estaba divirtiendo, era como si hubiera usado las palabras de Kamila de “no huirás” y la misma Kamila al notar que esa era su respuesta se quedó sin palabras.

— Bien Nowal, Ninet, Fantine, Christina…

Al llamar sus nombres, tres de ellos tenían sus hombros temblándola última levantó la cabeza para fulminarla con la mirada, Christina, mientras que Yurushia les mostraba una sonrisa gentil.

— Ustedes esfuércense y huyan, si logran escapar de estas personas yo los “perdonaré”

Dejó salir palabras crueles con una sonrisa, entonces extendió las manos como si se estuviera estirando.

—…. Hágase la luz

Fueron movimientos naturales sin nada de tensión, nadie pudo moverse, en ese instante no fue una brillante luz, la “luz negra” dentro de Yurushia comenzó a esparcirse tiñéndolo todo de negro al punto de que ni siquiera los vampiros podían ver, los vampiros se habían puesto en guardia ante la “magia sagrada” pero en medio del caos como si estuvieran entre tinta negra se escuchó la voz de Yurushia quien se divertía.

 

— Fu, fu, intenten atraparme.

 

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