Traducción: Xavier
Corrección: Ganzito
Capítulo 02:
Reencarnación
Su conciencia volvía lentamente.
La luz del sol que pasaba por la ventana también pasaba a través de sus párpados, diciéndole que ya es de día.
Abriendo los ojos a este sentimiento de luz, un techo colorido y hermoso era la primera cosa que apareció en su visión.
“Un techo desconocido.”
Diciendo esa línea cliché, Kazuya se levantó, su cuerpo sintiéndose algo… diferente al hacerlo, y comenzó a mirar alrededor.
La cama donde se había dormido era mucho más grande que la cama individual en su habitación, y en la habitación donde se encuentra ahora también tenía una mesa y otros muebles en ella. Había un candelabro colgado en el techo, y la luz solar brillaba desde el hueco de las cortinas colgadas delante de la ventana.
“Bueno, parece que de alguna manera han conseguido salvarme, incluso estando en ese estado. Me pregunto qué hospital es este. En serio, que tipo de trato es este, metiéndome en una habitación individual tan lujosa.”
Miro alrededor de la habitación, notando que algo se movía un poco al pie de su cama.
Al darse cuenta de esto, también noto la silla y a la persona sentada en esta, quién parecía que acababa de despertarse, descansando entre la silla y la cama.
Mientras esa persona se levantaba, Kazuya noto parecía ser una chica muy joven. Ella vestía un traje de sirvienta.
Al cruzar miradas, los dos se congelaron en el sitio. Y entonces, lagrimas fluyeron desde las mejillas de la chica.
“¡¡¡CAIN-SAMAAAAAA!!!”
Ella se abalanzó sobre Kazuya repentinamente.
Él no sabía por qué, pero la joven estaba llorando, enterrando su cara en el pecho de Kazuya.
“Gracias a los Dioses… No despertabas desde hace una semana.”
Eso fue todo lo que dijo la joven, apretando su abrazo.
“¡¿Hay, que es lo que-?!”
Él trato de retorcerse del agarre, pero la chica vestida de sirvienta era mucho más grande que él para poder hacer algo.
“¿Eh? ¿Por qué soy más pequeño? ¿Y por qué una sirvienta y no una enfermera?”
Sintiendo sospechas, Kazuya abrió y cerro su mano, mirándola.
No tenía el tamaño normal de alguien en su segundo año de preparatoria, sino el tamaño de una mano de niño.
Mientras miraba su mano aturdido, la sirvienta se levantó.
“¡Debo informar a la señora sobre esto!”
La chica con traje de sirvienta corrió hacia la puerta con fuertes pasos, la abrió, y salió de la habitación.
“Pero qué demonios me ha pasado…”
Él seguía abriendo y cerrando su mano hasta que se acostumbró a esa sensación.
“Fui apuñalado por ese tipo, ví a Manami-chan, me desmayé… ¿Y ahora estoy en un hospital? Pero esa sirvienta me ha llamado Cain… Chica, mi nombre es Kazuya.”
Mientras trataba de organizar sus pensamientos, los sonidos de alguien corriendo en el pasillo de afuera le alcanzaron el oído, y la puerta no tardo en ser abierta un momento después.
“¡Cain! ¡Has despertado! ¡Tenías una fiebre tan alta y no despertabas por una semana, estaba tan preocupada!
Una mujer de veinte años con pelo plateado que le llegaba a la cintura entro en la habitación.
Llevaba un vestido muy bien hecho. Ver a una persona tan distinta de lo normal aturdió a Kazuya otra vez.
Además, esta hermosa mujer le estaba abrazando y llorando de la felicidad.
La cara de él era aplastada por las partes blandas de ella, haciéndole tanto feliz como avergonzado.
“¡Cain! ¿Me reconoces? ¿Reconoces a mamá? No has perdido la memoria, ¿Verdad?”
Kazuya no entendía lo que la señora de pelo plateado estaba diciendo.
Sus padres murieron hace mucho tiempo, por lo que no sería convencido fácilmente, especialmente si una belleza en sus veintes de pronto aparecía delante de él y afirmaba ser su madre.
Con sus pensamientos en caos, Kazuya solo miro a la autoproclamada madre.
“Mi señora, Cain-sama acaba de despertarse, por lo que puede que se encuentre confundido.”
“Ha dormido por una semana, eso tiene sentido. Muy bien, tómatelo con calma y descansa por hoy. Vendré más tarde. Reine también estaba muy preocupada.”
Con la misma opinión que la doncella, quién aparentaba ser de secundaria, la persona quién era aparentemente su madre se giró hacia ella.
“Silvia. Mantenle vigilado por hoy. Y una sopa estará bien, así que me pondré a hacerla.”
“Cómo usted quiera, mi señora.”
La autoproclamada madre de Kazuya y la sirvienta dejaron la habitación para preparar la comida.
En su propia habitación, Kazuya empezó a abrir y cerrar su mano otra vez. Era, sin ninguna duda, la mano de un niño pequeño.
“Supongo que esto es esa cosa de la reencarnación de las novelas ligeras. Supongo que al final no pudieron salvarme la vida… Pero… está bien, al menos salvé a Manami-chan. No quería ver a Saori estando triste.”
Kazuya murmuró para sí mismo, recostando su espalda en la cama y mirando al techo.
Las novelas ligeras eran el tema más discutido en la escuela, y él mismo había leído algunas sobre la reencarnación, fuese en libros de papel o digitalmente. A Saori también le gustaban, así que se prestaban libros mutuamente.
“Supongo que tengo que descubrir que está pasando… Al parecer, estuve dormido por una semana.”
Ya que le dolía mover los músculos y las articulaciones, él paso el tiempo inspeccionando la habitación.
Un tiempo después, llamaron a su puerta, y la chica vestida de sirvienta de antes entro a la habitación con un cuenco de sopa en una bandeja.
“Cain-sama, le he traído sopa para usted.”
Kazuya se levantó lentamente. La chica dejó la sopa en una mesa al lado de la cama, y Kazuya empezó a comer.
“— Está deliciosa.”
El sutil sabor de la carne y verduras en la sopa se volvía más y más pronunciado con cada bocado.
Kazuya finalmente aceptó que había reencarnado mientras bebía el resto de la sopa.
El hecho de que fue reencarnado le hizo sentirse curioso por una cosa de manera inmediata.
(La habían llamado Silvia, ¿No?)
“Silvia. ¿Tenemos un espejo?”
“Desde luego que sí. Aunque puede que te hayas vuelto más delgado por no comer nada por una semana mientras dormías, tu aspecto no ha cambiado para nada.”
Silvia sacó un espejo del cajón y se lo dio a Kazuya.
El espejo de mano era hermoso, con los bordes decorados con plata. Sosteniéndolo con las dos manos, Kazuya se armó de valor y se miró en el espejo.
El chico reflejado en el espejo tenía el pelo plateado con un suave tinte azul, ojos azules y redondos, y parecía tener unos tres años.
Sus rasgos faciales se parecían a los de la mujer de antes que se refería a sí misma como su madre.
Le preocupaba que fuera feo, pero si se parecía a su madre, él sería muy guapo en el futuro, hecho que a Kazuya le hizo dar un suspiro de alivio de manera inconsciente.
Mientras giraba su cara a la izquierda y a la derecha, observando su reflejo en el espejo, la cara de Silvia apareció a su lado repentinamente.
“Cain-sama, tienes un futuro fantástico en cuanto a tu aspecto, así que no te preocupes. ¡Ya eres muy lindo!”
Silvia le dijo sonriendo.
Él se había olvidado de que Silvia estaba a su lado, y le devolvió el espejo un poco avergonzado por ser cautivado por su aspecto.
“Gracias por el espejo.”
Silvia metió el espejo devuelta al cajón de donde salió.
Kazuya entonces bebió lentamente el resto de la sopa. Era tan deliciosa que pidió otra ración sin pensar, pero considerando que no comió por una semana mientras dormía, no era de extrañar.
Después de eso, se pasó tres días acostado en cama.
Ya se había recuperado del todo, pero Silvia y el resto de la familia insistieron en que descansara más tiempo.
Había un problema con la vida que le esperaba.
Kazuya ya había asimilado el haber reencarnado y vivido cómo Cain durante esos días. Sin embargo, no tenía recuerdos entre su nacimiento cómo Cain y su reencarnación.
Pudo confirmar el tener tres años al preguntar a Silvia, pero no podía recordar nada de esos tres años.
Tampoco tenía memorias de antes de tener tres años como Kazuya, pero al tener tres años ahora, tendría sentido el recordar algo.
Lo que más quería ahora era información sobre este mundo, más bien, información sobre todo afuera de la habitación, la cual no podía salir aún. Vivió en el Japón moderno, hecho que le permitía buscar información sobre todo el mundo con un smartphone.
Ahora mismo, ni sabía que había fuera de la habitación.
Además, aunque podía entender y hablar con Silvia, no les veía el sentido a las letras en los libros.
Los libros ilustrados en la estantería cerca de su mesa estaban probablemente no en japonés. Estaban escritos en un alfabeto completamente distinto.
Así que, Kazuya reunió información sobre la casa mientras descansaba en su cama al escuchar a Silvia hablar de los tejemanejes.
Su nombre era, aparentemente, Cain von Silford.
Descubrió que era el tercer hijo del margrave[1] que gobernaba el territorio de Gracia en el Reino de Esfort.
El Reino de Esfort estaba localizado en el centro del continente Glunud, rodeado de varios países. Al parecer, ha habido unas cuantas guerras en el pasado, pero han sido tiempos de paz por unos cuantos años.
Los margraves de Esfort poseen las tierras limítrofes a otros países, y tienen permitido tener un ejército permanente con el que proteger sus tierras y el país.
Kazuya se sintió aliviado al escuchar Silvia decir que los margraves pertenecen al alto rango de la nobleza.
El nombre de su padre es Garm von Silford Gracia.
El cabeza de familia tenía permitido añadir el nombre del territorio al suyo. El ‘von’ en el medio del nombre de alguien significa que es un noble, mientras que los plebeyos solo tienen nombres dados. Cuando conoció a su padre por primera vez después de reencarnar, resulta que era un hombre que tenía el pelo azul, fornido y parecía tener treinta años.
Garm tiene dos esposas, y la madre de Kazuya era la segunda, cosa que explica la diferencia de edad.
El nombre de su madre es Sara von Silford. Ella era, como era de esperar, la mujer de pelo plateado que se acercó apresuradamente cuando despertó. Kazuya también tiene una hermana cuatro años más mayor que él, Reine von Silford, con quien comparte el mismo pelo plateado con tintes azules y rasgos faciales.
Ella lo visitaba cada día después de despertar.
La primera esposa de Garm se llama Maria von Silford, y tiene dos hijos, Jin y Alec, pero ya que ambos están asistiendo la academia en la capital real, Maria vivía con ellos en la villa familiar de la capital.
Uno entraba en la academia a los diez años, y se graduaban cuando tienen quince años, la cuál era la mayoría de edad.
El territorio de Gracia estaba situado al este de la capital real por una semana de viaje en carruaje, y estaba formado por muchos pueblos pequeños y aldeas, contando la propia Gracia, donde el margrave residía. El territorio tenía una fortaleza en el este, donde limitaba con el Imperio Baisas, y el límite sureño alcanzaba el llamado Bosque de los Monstruos, donde, como el nombre indica, puedes encontrar muchos monstruos.
Tomo un tiempo, pero una vez ya había aprendido todo sobre su familia y los territorios, Cain empezó a pensar sobre qué hacer.
En este mundo, las personas reciben un baptismo, donde el sacerdote relata las palabras de los dioses, en la iglesia cuando cumplen los cinco.
La religión nacional se llamaba Marinefordismo, una religión politeísta con siete dioses. También había un país llamado el País Sagrado de Marineford, quienes construyeron las iglesias en las capitales y las ciudades importantes de todos los países, y también enviaban sacerdotes y obispos para oficiarlas, y eran financiadas a través de subsidios de parte del país donde eran construidas y donativos del público.
En cuanto a los siete dioses, era así:
El Dios Creador, Zenom
El Dios de las Artes Marciales, Sarnos
La Diosa de la Tierra, Bela
La Diosa de la Magia, Leno
El Dios de las Habilidades, Grim
El Dios del Comercio, Panam
La Diosa de la Vida, Lime
Zenom era su líder, y los otros seis tenían sus propios trabajos.
Y así, él descubrió que la magia existía en este mundo, y estaba emocionado de poder ser capaz de usarla, ya que en la Tierra eso no era nada más que fantasía.
Cain no era el hijo más mayor, por lo que no heredaría el territorio. Ese deber recae en el hijo primogénito, Jin.
Los hijos no primogénitos podían recibir títulos nobles por logros increíbles y empezar su propio linaje, pero la mayoría solían ayudar a sus hermanos en el manejo del territorio, se convertían en caballeros, o se iban a trabajar en una compañía o cómo aventureros.
“Tiene que ser convertirse en aventurero.”
Después de descubrir que no había una manera sencilla de convertirse en la cabeza de una familia noble, había decidido convertirse en aventurero y explorar el mundo. Silvia le conto que en el mundo también vivían elfos, enanos, hombres bestia, y muchas otras formas de vida inteligente, cosa que solo sirvió para solidificar esa decisión.
Tenía mucho conocimiento adquirido de las novelas ligeras en su vida anterior, por lo que motivación no le faltaba.
“Pero primero, tendré que aprender más sobre este mundo. Como leer, la historia del mundo, geografía…”
[1] Margrave: Título noble alemán que significa conde de la marca/frontera. Mismo rango que un marqués. Usado en la época medieval.