Traducción: Art_17
Corrección: Ganzito
Trabajado por: Katame e Ilusion Shuri Novels 新
Prólogo
Hace veinte años, los laberintos subterráneos llamados mazmorras aparecieron alrededor del mundo.
En esas mazmorras existían monstruos: criaturas más allá del alcance de la imaginación humana. El armamento moderno era completamente inútil ante su fuerza y poder. Con ellos vinieron piedras mágicas (una fuente de energía mucho mejor que la de los combustibles fósiles), e innumerables cosas más que no operaban bajo las leyes conocidas de la física. Aún más notable y maravilloso que lo anterior fue el concepto del sistema de niveles.
Niveles.
Estadísticas.
Habilidades.
Esto alguna vez existió solo en el mundo de los videojuegos y el anime, pero ahora, era real. Los monstruos eliminados otorgaban puntos de experiencia que aumentaban los Niveles. El aumento de los niveles condujo a mejorar las Estadísticas: cumplir ciertos requisitos permitía a una persona obtener poderes sobrenaturales llamados Habilidades. Esto llevó a la aparición de los aventureros, personas que usaron sus poderes para eliminar a los monstruos mientras reunían piedras mágicas y otros recursos en las mazmorras para venderlos.
El poder de los aventureros fue tremendo. Un aventurero podría competir con la fuerza militar de toda una nación. Por eso los aventureros obtuvieron un estatus social tan alto. Un aventurero de alto rango a nivel mundial tenía más riqueza, prestigio y privilegios que cualquier político o celebridad podría llegar a tener. Muchas personas soñaban con convertirse en aventureros de ese calibre.
Desafortunadamente, no todos podrían hacer realidad ese sueño.
Dos enormes obstáculos se interpondrían en su camino. Primero, el sistema de nivel no funcionaría de igual forma para todos. Solo una pequeña parte de las personas podría obtener estadísticas. En cuanto a la segunda condición … Bueno, debido al modo en que funcionaban las mazmorras, los aventureros que llegaron tarde a la fiesta estaban en una grave desventaja. Sin embargo, a pesar de todos esos obstáculos, la gente todavía intentaría convertirse en aventureros. Pasarían sus días metidos en las mazmorras con la esperanza de enriquecerse rápido.
Pero yo, Amane Rin, quería convertirme en un aventurero por una razón completamente diferente.
Verán, hace años, cuando mi hermana y yo vivíamos juntos, estuvimos involucrados en un incidente donde los monstruos que solo deberían estar dentro de una mazmorra escaparon a la superficie. Un monstruo más grande que nosotros se nos acercó para atacarnos, y justo cuando pensé que íbamos a morir, en ese momento exacto, un aventurero mató al monstruo y nos salvó la vida.
Nunca pude sacar de mi mente la imagen de su espalda, y su inmensa fuerza, de mi mente. A partir de ese momento, yo quería ser como él.
Pasó el tiempo y ese recuerdo se fue difuminando. No sabía quién era el hombre. Sin embargo, esa calidez que sentí en mi pecho permaneció intacta como en aquel día. Quería ser tan fuerte como él para poder proteger a las personas que amaba.
Me gradué de la escuela secundaria, pasé mis evaluaciones para ser aventurero y obtuve con éxito mis estadísticas, pero eso no era suficiente para mí. Para convertirme en un aventurero en funciones, necesitaba cumplir con otra condición: obtener una habilidad. Después de todo, el talento innato de un aventurero es determinado por las habilidades que obtuvieron al obtener sus estadísticas.
Por ejemplo, una habilidad de espada haría de alguien un caballero. Una habilidad mágica haría de alguien un hechicero. Ahora, si alguien no obtuvo una habilidad al obtener sus estadísticas, había otras formas de obtener habilidades. Dicho esto, una habilidad que surgió de inmediato, mostró un sistema de niveles que reconocerían el talento de la persona. La mayoría de las personas que recibieron una habilidad de manera temprana superaron a las personas que obtuvieron la misma habilidad más tarde. Si alguien no obtuvo una habilidad junto con sus estadísticas, su carrera como aventurero estaba prácticamente condenada.
Yo obtuve dos habilidades.
La primera fue Enhanced Strength. Cualquier persona con esta habilidad poseía el talento mínimo para el movimiento físico. Esto significaba que el aventurero era promedio en su capacidad para pelear: nada qué destacar de esta habilidad. Esta habilidad no era lo mejor, pero mi segunda habilidad fue la más destacada. De alguna manera, obtuve una habilidad que nadie más tenía. Mi habilidad única: Dungeon Teleportation. Como el nombre lo indicaba, me dio la capacidad que desafía todas las reglas para cambiar libremente mi ubicación dentro de una mazmorra.
Vaya, que la gente me envidiaría por eso, pero fue solo al principio. Con Dungeon Teleportation LV. 1, solo me pude mover un máximo de cinco metros a una velocidad de diez metros por segundo. Además de eso, solo podía teletransportarme a mí mismo. Subir mi nivel de habilidad apenas mejoró esto un poco. Pronto, otros aventureros comenzaron a considerar esta como una habilidad inútil, y dejaron de invitarme a unirme a sus grupos.
Desafortunadamente, cuando se trataba de conquistar una mazmorra, entrar en grupo era vital. Era un infierno tratar de conquistar una mazmorra solo, sin embargo, no me di por vencido. Jamás me di por vencido en mi objetivo de ser fuerte, como el aventurero que me salvó ese día. Además, mi instinto me decía que mi habilidad Dungeon Teleportation no era la habilidad inútil como la gente lo asumió. Quería demostrar que estaban equivocados, así que seguí subiendo niveles y conquistande mazmorras solo.
Un año después de entrar a mi primera mazmorra, finalmente llegó el día: Dungeon Teleportation “despertó”.