Demon Maid Cap. 04

Demon Maid Cap. 04

Este estaba programado para mañana pero agradézcanle al martinhomuhomu que lo publico hoy, ya que el quiere leer mas y para que se deleiten con sangre

04 – Malicia

 

Dos hombres se movían, escabulléndose entre la multitud mientras se acercaban a su objetivo.

“Disculpe, señorita. ¿Podemos hablar un momento?”

En un oscuro callejón alejado de la vista, uno de los hombres la llamó. No hay nada más sospechoso que esto, pensó irónicamente. Pero la chica, antigua ciudadana de un pacifico mundo, no mostró precaución ni sorpresa al darse la vuelta.

“¿En qué puedo ayudarlos, señores?” Dijo ella, inclinando la cabeza, con una mirada en blanco en su cara.

Los hombres tragaron saliva sin darse cuenta.

Habían escuchado que era un año menor que los estudiantes que la habían invocado, apenas y tenía catorce años. Pero la chica frente a ellos mostraba una especie de exótico encanto que desmentía esos años, que tal vez, provenía de su herencia mixta.

no es de extrañar que el joven maestro este obsesionado con ella, pensaron.

 

Los dos habían recibido la solicitud de un conde cuyo hijo había sido uno de los invocadores. Se les fue pedido que convencieran a la chica para que se convirtiera en la socia del hijo del conde.

Los resultados de la invocación de esta vez habían sido bastante inusuales: jóvenes humanos. Además, eran extremadamente cercanos en edad a los estudiantes de la academia, y todos ellos eran bastante bien parecidos.

Aunque el grado de interés podría variar, tanto los estudiantes masculinos como femeninos habían sido exuberantes para los recién llegados. Pero las dulces chicas, aun un poco tiernas, entre las invocadas no habían atraído la atención del hijo del conde; en cambio, estaba enamorado de la belleza de esta chica en particular, y en lugar de tratar de ganársela el mismo, había pedido la ayuda de su padre.

 

“Mi nombre es Christo y trabajo para la casa de un noble. Mi señor quedó profundamente impresionado por su belleza, así que estoy aquí en su nombre para hacerle una cordial invitación a una cena.”

“Dios mío, es así que es eso…”

La chica que vestía un uniforme de sirvienta esbozó una leve sonrisa que llegó hasta sus ojos color rojo vino.

“Pero soy la sirvienta de mi señora, y mi deber es atenderla. Tendré que declinar…”

“No, no, no, por favor espera un minuto. Aún no eres su socia oficial, ¿verdad? No deberías serlo. ¿Por qué no le das una oportunidad a mi señor?”

“Mis disculpas”. La sirvienta rechazó la oferta sin pensarlo dos veces. Christo estaba nervioso.

Por lo que había escuchado, esta chica se había convertido en la candidata a socia de la hija de un marqués. Sin embargo, la noble chica es la hija de la esposa anterior que era de baja nobleza, y la chica fue rechazada por su familia. Posteriormente, no había recibido una educación completa en su infancia, lo que había resultado en su actual falta de habilidad en el control de su magia y sus bajas calificaciones.

El conde había dicho con absoluta certeza que después de la orientación de hoy, la sirvienta se daría cuenta que los demás estudiantes eran mucho mejores opciones y, por lo tanto, se vería influida por la invitación de la cena.

Apenas había pasado tiempo desde la invocación. ¿Qué había pasado entre la hija del marqués y esta chica?

¿Por qué estaba tan obsesionada con ella?

 

“… Supongo que eso es todo, entonces”, dijo Christo después de unos momentos de silencio.

“Gracias por su comprensión.”

“Pero ya sabes… no planeo regresar con las manos vacías.”

 

Christo era el tercer hijo de una casa de un baronet que no había sido particularmente rico. Al convertirse en adulto, fue expulsado de la casa sin ningún tipo de apoyo.

Hasta entonces, tan pobre como había sido su familia, Christo aún había estado viviendo como un noble. No podía soportar trabajar con plebeyos. No le había llevado mucho tiempo encontrarse con criminales, pero incluso en el bajo mundo, Christo aún no había logrado logros particularmente notables.

Y luego, por un contacto que tenía entre los nobles, un trabajo cayó en sus manos. Un trabajo que requería que aprovechara su condición de alumno de la academia de magia para infiltrarse en el lugar.

No podía permitirse fallar en este trabajo. El conde le había dicho que usara un toque lo más amable posible, pero el hombre había vivido entre criminales durante demasiado tiempo. Se dirigió al plan que reservo solo para cuando las negociaciones se hubieran roto.

 

“¿La hija de ese marqués? Escuché que había ido sola al centro a comprar algunos suministros para prepararse para vivir contigo.”

“Mi Ladi…”

Los pequeños ojos de la chica se abrieron un poco.

“La señorita está siendo bastante descuidada, debo decir. Las tiendas para nobles serían mucho más seguras, aunque teniendo en cuenta su reputación, no son una buena opción. No, solo puede ir al distrito comercial que sirve a los plebeyos… y bueno, eso quiere decir que…”

A mitad de su discurso, Christo se detuvo abruptamente.

La chica frente a él seguía sonriendo como siempre. Sin embargo, Christo sintió que un escalofrío le recorría toda la espalda, y su pie retrocedió involuntariamente.

“… Captúrala”. Christo dio la señal a su compañero.

Sentía que algo andaba mal, incluso si no sabía qué era. Tal como estaban las cosas, podría secuestrar tanto a esta chica como a la hija del marqués, y luego dejar que el conde resolviera las cosas. Así eran sus simplistas pensamientos.

El otro hombre se acercó a la chica, rápido y sin dudarlo, su experiencia haciendo estos delitos era evidente.

Pero el hombre se detuvo repentinamente, un crujido resbalaba de su boca.

 

“¿Qué pasa?”, Dijo Christo, pero no hubo respuesta. El otro hombre estaba congelado en el lugar como si hubiera sido paralizado. La chica asomó la cabeza detrás de él, su sonrisa no cambió, su oscura mirada señaló a Christo.

Tragó saliva, retrocediendo por el miedo que golpeó sus instintos. Pero fue detenido por una pared que no había estado allí antes.

“¿Q-qué?”

La pared detrás de él parecía estar hecha de una pura y concentrada oscuridad. La golpeó, sin éxito. La misma sólida oscuridad se extendió para rodearlo por completo.

“A dónde vas…?”

Una voz vino de detrás de él. Él chillo.

Se giro de golpear la pared. Vio a la chica parada allí con su sonrisa perpetua, y cerca de ella estaba su compañero… pero los brazos y piernas del hombre estaban torcidos, sus extremidades se sacudían en todas direcciones como si fuera una marioneta hecha para hacer un misterioso baile.

Christo grito, sus piernas cedieron.

La chica se acercó más y más, y su mano rozó contra él. Su mirada fue robada por la vista de sus brillantes labios mientras se separaban lentamente para revelar una boca llena de oscuridad. En el interior, vio un innumerable enjambre de algo que se arrastraba y se deslizaba hacia afuera.

Gritó enloquecido de terror.

 

***

 

Aún en su uniforme, Sharon llegó al distrito comercial que principalmente visitaban los plebeyos.

“Disculpe, me gustaría esa taza y ese cepillo de dientes…”

“¡Enseguida! ¡Gracias por tu compra, jovencita!”

Las personas cercanas pensaron que era una chica de una familia acomodada cuando vieron el uniforme de la academia de magia, pero ninguno pensó que fuera una verdadera noble. Después de todo ella estaba siendo demasiado tímida.

En cualquier otro día, Sharon podría haber sido más arrogante, tal vez demasiado arrogante, incluso, actuaba como una orgullosa noble. Pero tan eufórica como estaba, su rango de noble era lo más alejado de su mente en este momento.

 

La chica llamada Fleurety invocada de otro mundo había decidido convertirse en su compañera, incluso si el contrato aún no era oficial.

Ella había elegido a Sharon.

Su padre era demasiado sumiso. Su madrastra no la quería. Su hermano menor se rebelaba contra ella. Las sirvientas y mayordomos la despreciaban. Desde que su madre se fue, Sharon no podía recordar haber comido junto con su familia ni una sola vez.

Era por eso que Sharon se había aferrado a su condición de la hija de una casa de un marqués más de lo necesario, por eso había comenzado a actuar tan arrogante como lo había hecho.

Su decisión había dado sus frutos, tal vez, considerando que se había convertido en la tercera candidata a prometida para el segundo príncipe. Sin embargo, también había resultado en que ella se convirtiera en el blanco de los celos de las demás chicas, y no había nadie a quien pudiera llamar como amiga.

Entonces apareció Fleurety.

Es cierto que Sharon sintió que la chica era… indescifrable, a veces, pero por otro lado, las sirvientas en su casa ni siquiera la consideraban como su maestra. Más que ser su sirvienta, la posibilidad de que Fleurety pudiera ser su amiga fue lo que hizo bailar a su corazón.

 

“Comprar las cosas necesarias para tu compañera también es el deber de un noble, ¿verdad? Mmm, sí”. Sharon murmuró para sí misma.

 

La joven continuó con sus compras, su estado de ánimo todavía estaba en las nubes. Luego se dio cuenta de que no había comprado ropa para Fleurety, y echó un vistazo a su aligerada billetera.

Mudarse fuera de su casa y entrar al dormitorio la había liberado de mucho estrés, pero debido a su madrastra, su mesada también se había reducido al mínimo. El comedor del dormitorio servía comida, aunque estaba más cerca de ser comida para plebeyos. Cuando los nobles llegaban al comedor, era solo para conversar con los estudiantes plebeyos: ningún noble comería en el comedor solo ya que tenían sirvientes que les preparaban su comida.

Teniendo en cuenta sus futuros gastos, Sharon decidió dejar suficiente para la comida. Por lo demás, tendría que inclinar su cabeza hacia su hermano menor de otra madre, Yohanne, y pedirle prestado algo de dinero. A pesar de lo incómoda que le parecía la idea, no tenía otra opción.

La familia le enviaba a Yohanne tanto dinero como él quería. Incluso trajo una sirvienta personal con él.

Yohanne probablemente le prestaría el dinero si ella se inclinara ante él, pero estaba segura de que él y su sirvienta harían comentarios sarcásticos y desagradables hacia Sharon durante mucho tiempo después de ello. Solo pensar en eso ya la estaba deprimiendo.

 

“Hey, señorita. Acabamos de abrir una nueva tienda de ropa. ¿Quieres echar un vistazo?”

“Eh… yo?”

Sharon se giró para mirar en la dirección de la voz. Vio a una mujer de unos veinte años, vestida con ropa muy reveladora.

“Sí, sí, estoy hablando contigo. Así que si visitas la tienda estaría muy bien, pero nuestro local está un poco lejos de la calle principal, por eso estoy aquí haciendo publicidad. ¿Me podrías hacer ese favor, por favor? Solo ven a echar un vistazo.”

“Bueno…”

Tal vez solo una mirada está bien, pensó Sharon, aunque estaría demasiado avergonzada para usar algo que mostrara tanto como lo que llevaba puesta la mujer.

“Aaah, ya veo… No te preocupes, también vendemos ropa decente. Además…”

La mujer se movió para susurrarle al oído a Sharon, sonando terriblemente dulce.

“… también tenemos algunas cosas con clase que harán felices a los caballeros, si sabes de lo que estoy hablando. Tan encantadora como eres, jovencita, seguramente tienes uno o dos hombres que te atraen, ¿verdad?”

Sus palabras trajeron a la mente de Sharon los rostros de los chicos invocados, y sus mejillas al instante se sintieron calientes.

“Incluso si ese no es el caso, nuestras cosas también son baratas. Solo dale una mirada, ¿de acuerdo?”

“… Supongo que solo una mirada no hará daño.”

Bueno, aparte de la ropa para mostrarle a los chicos, la tienda podría tener algo más barato que se vería bien en Fleurety, pensó Sharon, sin una pizca de cautela. La mujer la guio a un oscuro callejón.

 

El olor a podrido del callejón asaltó la nariz de Sharon. Se tragó sus náuseas, su mano se movió reflexivamente para cubrirse la boca.

“Perdón por eso”, se rió la mujer, “debería haber elegido otro camino. De todos modos, la tienda está por allá. Llegaremos pronto.”

“S-sí…”

La mujer prácticamente empujaba a Sharon hacia adentro. Fueron más y más profundo, caminando por sombríos callejones que ni siquiera tenían un alma, mucho menos una tienda. La sospecha de Sharon aumentaba con cada paso.

Después de un tiempo, Sharon fue llevada lo suficientemente profundo como para que ya no escuchara el ajetreo y el bullicio de la calle principal. Algún tiempo después de que pasó por un camino sombrío lateral que se parecía a los demás, cinco hombres aparecieron de allí. Comenzaron a seguirla detrás de ella.

 

“¿Esa es la chica noble?”

“¿Qué tal eso? Es todo un bombón… no puedo esperar para probarla.”

“Amigo, estamos por venderla a otro noble. La mercancía dañada no se vende bien.”

“Vamos, solo será un espectáculo de striptease. Eso está bien, ¿verdad?” Dijo el cuarto hombre, mirando detrás de él en busca de su compañero.”

El quinto hombre ya no estaba allí.

 

“H-hey, ¿a dónde fue?”

“¿Qué pasa?”

“¿Alguien se fue? ¿Quién fue?”

 

El tercer hombre se giró hacia el compañero que caminaba a su lado. No había nadie allí.

 

“¡¿Q-qué?! ¿A dónde fue?”

“¡Él también se fue!”

“¿Qué demonios… qué diablos está pasando?”

 

Sus compañeros se desvanecían en el aire uno por uno, y nadie supo cuándo había sucedido. El callejón se estaba volviendo más y más oscuro como si estuvieran entrando en alguna otra dimensión. Los hombres restantes se acurrucaron juntos con miedo.

 

“H-hey, mira eso…”

Uno dijo, su voz temblaba. El resto miró la dirección que señalo, hacia las profundidades del callejón que se había vuelto abruptamente oscuro como si fuera medianoche. Podían ver las siluetas de cuatro personas caminando hacia ellos con tambaleantes y nerviosos pasos, como títeres de cuerdas.

 

“… ¿C-Christo…?”

Alguien susurro roncamente cuando notaron a sus compañeros desaparecidos, así como a otra cara familiar. Christo quien había sido el que los había contratado para este trabajo, y en este momento se suponía que estaba negociando con el objetivo principal.

¿Pero era realmente Christo? ¿Eran realmente sus compañeros?

Sus pieles eran del color de los hombres muertos, y no había vida en sus ojos. Parecían zombis.

Los zombis eran monstruos creados cuando espíritus de bajo rango poseían cadáveres que habían acumulado suficiente maná del suelo. Pero ese tipo de espíritus de bajo rango deberían haber sido completamente erradicados de la ciudad, y además, los zombis ni siquiera tenían suficiente inteligencia para hablar en primer lugar. Y, sin embargo, en este momento, los hombres escuchaban voces de angustia provenientes de Christo y sus compañeros.

 

“…ayu… da…”

“Du … ele …”

“…má … ta … me…”

 

Frente a una vista que no estaría fuera de lugar en la pesadilla más infernal, los hombres quedaron paralizados por el terror. Y luego, detrás de los cuatro muñecos tambaleándose, apareció una chica, como una hermosa flor cortando la oscuridad.

“… t-tu eres …”

Vestida con un uniforme de sirvienta de alta calidad, la chica tomo el borde de su falda para hacer una reverencia tan elegante como cualquier otra dama noble, sus labios se torcieron en una leve sonrisa. Luego, violentamente hundió su brazo en la espalda de Christo, su mano atravesó sus órganos para agarrar su mandíbula desde adentro y la movió como si fuera una marioneta de un ventrílocuo. De sus labios salió la voz de la joven.

 

“Saludos. Mi nombre es Fleurety.”

 

Una cálida humedad se extendió en los pantalones de los tres hombres cuando sus rodillas se doblaron, sus expresiones mostraban nada más que desesperación.

Habían pensado que la anterior visión de sus compañeros era el momento más terrible de sus vidas. Estaban equivocados.

 

“… D… demonio …”

 

Al escuchar ese susurro, los labios de la encantadora chica se abrieron hasta sus oídos en una sonrisa.

 

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