Traductor Jap-Esp: Yumeno
CapĂtulo 01:
El productor es una chica de preparatoria
En el Ăşltimo tren, el dĂa de hoy tambiĂ©n está lleno de borrachos y esclavos de las empresas, dentro del tren estaba haciendo ese Oshikura Manjuu[1] aunque no quisiera, y el anunciador del tren avisĂł que se llegarĂa 15 minutos con retraso a la estaciĂłn, el tren comenzĂł a desacelerar lentamente y HojĂ´ Shiki dejĂł salir un gran suspiro.
— Ha… al final hoy también terminé en el último tren.
En la mañana cuando saliĂł de la estaciĂłn no pensĂł que regresarĂa a esta hora, pero aun si se tuviera un fuerte espĂritu para terminar el trabajo, los esclavos de las empresas no nacerĂan, por el contrario, el trabajo continuaba fluyendo como si fuera alguna clase de juego de Puzles, cuando se dio cuenta prácticamente se encontraba solo en el piso de la compañĂa, Shiki observĂł su reloj mientras el tren escupĂa a una ola de personas.
— Ya es esta hora… ÂżCuándo fue la Ăşltima vez que regresĂ© a casa antes de que cambiara el dĂa?
En verdad no podĂa recordarlo principalmente era por el cansancio, pero aun asĂ parece que no querĂa recordarlo. Regresando varios dĂas seguidos en el Ăşltimo tren, cuando menos asĂ habĂa sido durante el Ăşltimo mes, Shiki comenzĂł a caminar en direcciĂłn a su casa intentando no pensar demasiado en el trabajo mientras tenĂa la luna creciente sobre su cabeza.
De la estaciĂłn más cercana hasta su casa eran alrededor de 15 minutos caminando, un poco más alejado de la estaciĂłn se encuentra la zona residencial, tras girar a la derecha e izquierda allĂ se encontraba en una esquina el edificio que era su casa. Era la casa que estaba acostumbrado a ver, pero habĂa una sola cosa que era diferente.
—… ¿He?
En cuanto se acercĂł a la puerta de la entrada allĂ se encontraba una chica.
— Ha….
— Oye… ¿Estas bien?
Se apresurĂł a acercarse, Shiki intentĂł ayudarla, parecĂa ser aĂşn una estudiante, era una chica de cuerpo pequeño y buena figura, su hermoso cabello bajaba hasta sus hombros, no aprecia estar lastimada dentro de lo que podĂa ver, pero es peligroso dejarse llevar por el juicio de un novato. Shiki sacĂł su celular del bolsillo.
— ¿Enfermedad? ¿Heridas? Espera, llamaré a la ambulancia.
De inmediato se dispuso a marcar el 911, pero de pronto la chica sostuvo su mano con debilidad
—…… No… no lo hagas…
Shiki detuvo su mano sin querer, pero dudĂł al tener frente a Ă©l una chica que claramente no era normal.
— Pero…
—………….re…
— ¿He?
La chica susurrĂł levemente, y en un intento de escucharla mejor acercĂł su oĂdo a la boca de la chica, Esa voz en el oĂdo de Shiki era tan aguda como el zumbido de una avispa, lo que habĂa susurrado la chica fue…
— Tengo… hambre.
En verdad que comiĂł bastante, Shiki preparĂł rápidamente algo de Oyakodon, y con un impulso como si se dedicara a ser un “food fighter” la chica vacĂo todo el plato. ÂżA dĂłnde se fue todo eso dentro del cuerpo de una chica tan esbelta como ella? Era como si hubiera sido absorbido por un agujero negro, el contenido del plato despareciĂł en un instante.
— Estuvo delicioso… ¡En verdad que sabĂa delicioso….!
La chica daba las gracias por la comida mientras le salĂa una lagrima por la orilla de los ojos, al verla asĂ Shiki sirviĂł en silencio algo de tĂ© y la dejo frente a la chica.
— Aquà tienes, es un poco de té.
— Ah, muchas gracias.
ÂżRecuperĂł un poco la tranquilidad con el tĂ© caliente frente a ella? La chica dejo de mover la cuchara que tenĂa en la mano y volteĂł a ver directamente a Shiki.
— Onii-san, no me digas que ¿Trabajas cocinando? Es la primera vez en mi vida que pruebo algo tan delicioso.
— Gracias, pero desafortunadamente no soy más que un novato.
Se sirviĂł un tĂ© para sĂ mismo y exagerando un poco terminĂł encogiĂ©ndose de hombros. Su verdadero trabajo lo hacĂa continuar trabajando hasta apenas alcanzar el Ăşltimo tren todos los dĂas, solo era un trabajador de una empresa pequeña-mediana sin embargo la chica no cambiaba su mirada de envidia.
— Este Oyakodon, el huevo era suave, tanto como para sentir que se derretĂa en mi boca.
— Tengo más si gustas.
— ¡Por favor!
No paso mucho tiempo antes de que toda la pierna de pollo que quedaba en el refrigerador fuera convertido en Oyakodon, y todo se reuniĂł en el estĂłmago de la chica. Se acabĂł todo el arroz sin dejar siquiera un solo grano, y juntĂł las manos en señal de cortesĂa.
—… Muchas gracias por la comida, estuvo realmente deliciosa.
— Me alegra que te gustara.
Shiki volviĂł a poner más agua en la tetera, mientras lo hacĂa, la chica acomodĂł para sentarse correctamente, y le hizo la siguiente pregunta.
— Bueno, entonces, Onii-san, ¿Hay algo que desees como agradecimiento por salvarme?
— ¿He?
La pregunta fue tan repentina de Shiki dejo de mover las manos sin darse cuenta. PensĂł solo un poco pero no le vino nada a la mente, por lo que le respondiĂł que nada.
— No necesitas preocuparte, ambos estábamos en problemas.
— Jaja, claro que no.
Movió lentamente la cabeza a los lados, la chica se apoyó en la mesa mostrándose hacia el frente.
— Onii-san, eres el salvador de mi[2] vida, si tienes un problema lo solucionaré por ti sin importar lo que sea.
— ¿Lo que sea?
— Si.
AsintiĂł llena de confianza, y la chica continuĂł hablando.
— Aunque me vea asà soy una estratega.
InflĂł su pecho que parecĂa grande para su pequeño cuerpo, la chica se llamĂł a si misma de manera extraña, pero de inmediato cambiĂł su expresiĂłn y postura.
— Ah, pero, nada de cosas pervertidas…
— Jajaja, no hay ninguna posibilidad, en definitiva, en toda la eternidad, ni una en un millón de que pudiera pedirte eso.
—…
Shiki contestĂł, pero la chica inflĂł las mejillas insatisfecha.
— Dejando eso de lado, ÂżcĂłmo decirlo? es un poco humillante… no, bueno, si me lo pidieras de verdad me serĂa un problema…
Pero mientras hablaba volteĂł a ver el reloj que se encontraba en el muro, el reloj que marcaba la hora todos los dĂas en esta ocasiĂłn giraba alrededor de la una de la mañana.
— Onii-san, ¿Siempre trabajas hasta estas horas?
— Nn, bueno, últimamente he estado regresando en el último tren.
Shiki suspirĂł dentro de su corazĂłn mientras levantaba los platos, aparecieron problemas en cierto proyecto, asĂ que tenĂa que corregirlo lo más rápido posible, Y Shiki terminĂł siendo involucrado en esas vueltas. Solo no podĂa rechazarlo, no tenia de otra más que hacerlo, el problema gritaba trayendo más problemas y de nuevo volvĂa a comenzar todo. Pero aun diciendo eso, no habĂa manera de que pudiera hablar, asĂ que Shiki solo dejo las vajillas diciendo eso y se dio la vuelta a la chica.
— Este… ¿Cuál era tu nombre?
— Ah, Hoharu, me llamo Itayanagi Hoharu.
— Entonces Hoharu-chan.
Shiki tomĂł las llaves de su auto, y se puso la chaqueta que tenĂa en el perchero.
— Ya es tarde, te llevaré hasta tu casa ¿Por dónde vives?
— Ah… este…
Su mirada comenzĂł a vagar por el aire, la chica que se hizo llamar Hoharu se llevĂł una mano a la barbilla como si estuviera pensando.
— El lugar en el que vivo está un poco lejano, ya es muy tarde… serĂa feliz si me dejaras quedarme solo esta noche…
— Entonces contactaré a tus padres.
— Papá se encuentra en el extranjero, a estas horas apenas está comenzando a trabajar de aquel lado, puede que la llamada ni siquiera entre.
Mientras contestaba Hoharu puso las manos en el Tatami.
— ¡Por favor! De ser necesario pagaré por el alojamiento, al encontrarme en el suelo puede que no me creas, pero tengo un poco de dinero.
— No, no necesito algo como eso…
Parece que tiene sus circunstancias, que una chica se encuentre sola a estas horas, además en el suelo por el hambre. No parecĂa que se hubiera envuelto en un incidente, y ciertamente ya era tarde, asĂ que Shiki apuntĂł en direcciĂłn a las escaleras que se dirigĂan al segundo piso.
— En el segundo piso hay una habitaciĂłn vacĂa, puedes usarla como gustes, en el armario hay cosas para dormir que puedes usar.
Hoharu abriĂł los ojos sorprendida, y volteĂł a ver al techo.
— Una habitación en el segundo piso… ¿será una habitación japonesa?
— Si, vaya que lo supiste.
— Ah, um, onii-san, dijiste que tiene armario.
Como si dijera “la usaré agradecida” Hoharu se acercó a él viéndolo hacia arriba.
—… ÂżOnii-san no se convertirá en un lobo antes de que me duerma?…
— Jajaja, claro que no, no hay ni un milĂmetro, micrĂłmetro, o nano micrĂłmetro de posibilidad de que eso ocurra.
—…
Hoharu de nuevo puso una expresión de extrañeza,
— Que lo niegues tan tranquilamente, a su manera me deprime…
Hoharu lo dijo con dificultad, y Shiki tomĂł la maleta que se encontraba en el suelo.
— Además, tengo que a trabajar.
SacĂł la laptop que se encontraba adentro y a dejo en la mesa de la sala de estar. Hoharu al verlo abriĂł grande los ojos sorprendida.
— ¿He? Onii-san, ¿Incluso traes el trabajo para la casa?
— Simplemente no termino después de todo.
La verdad es que la empresa se lo tenĂa prohibido, pero por el otro lado la empresa tambiĂ©n fingĂa no percatarse de eso y dejaba que la situaciĂłn continuara de ese modo, además de Shiki habĂa muchas personas que lo hacĂan asĂ, por supuesto, que sea bueno o no ya era un tema aparte.
— Bueno.
Se quitĂł las sandalias y comenzĂł a trabajar con los datos. HabĂa datos que no podĂan ser sacados de los servidores de la compañĂa, pero era más que suficiente para poder hacer un avance.
—… Puedo dejar la resolución de los bugs para después, el problema es enfrentar al cliente…
ImaginĂł al encargado de dar la cara al cliente molesto y terminĂł dejando salir un suspiro con naturalidad.
— Haa… el reporte de los detalles tienen como lĂmite de entrega mañana… tengo que hacerlo…
Pero a la mitad pareciĂł que no le agradaba. EntendĂa que era un hombre de sociedad, pero aun asĂ el mundo desbordaban cosas que simplemente no salen como uno planea, las cosas terminan sin ser realmente eficientes, claramente era un trabajo ineficiente, y continuĂł con los nombres personalizados. Lo apresuraban con un trabajo innecesario y que no deberĂa ser de emergencia, con una cantidad grande de documentos explicativos que no eran más que innecesarios, ese trabajo sin sentido era el pan de cada dĂa.
— Pero no queda más que hacerlo.
Si se quedaba quejándose no avanzarĂa con el trabajo, dejĂł de suspirar, subiĂł los dedos al teclado, cuando de pronto el celular que tenĂa en el bolsillo del pecho comenzĂł a vibrar. Shiki llevĂł su mano izquierda para contestar la llamada mientras mantenĂa la mirada fija en la pantalla.
— ¿Diga?
—…… Buenas noches onii-sama.
Lo que llegĂł desde el otro lado del telĂ©fono fue una voz transparente como la de un timbre, era una voz que conocĂa, por ciertas circunstancias se encontraban viviendo en lugares alejados pero era su hermana menor Yuki.
— ¿Qué sucede Yuki? Ya es tarde.
— Nada de que ya es tarde.
Yuki continuĂł Junto con una voz cual si estuviera atĂłnita.
— Oba-sama está preocupada, no importa cuántas veces te llamara, no contestabas.
— Ah…
ContestĂł apenas, ahora que lo pensaba el dĂa de hoy todo el dĂa no habĂa hecho nada más que trabajar.
— Lo siento estaba ocupado con el trabajo y no vi para nada el celular.
— PensĂ© que serĂa algo como eso.
Yuki le respondió con una voz afilada después de dejar salir un pequeño suspiro.
— ¿Ya se te olvido lo que dijo oba-sama la otra vez?
— ÂżAcerca de que te tomarĂa bajo mi resguardo verdad? por supuesto que no lo he olvidado.
DejĂł de mover las manos que estaban ocupadas con su trabajo de momento y se apoyĂł en el respaldo de la silla, Shiki continuĂł.
— HabĂan dos condiciones, uno, que tenga un lugar para que podamos vivir y que cenemos juntos.
— ¿No será que ya cumpliste las condiciones?
—… Puede que ya tenga un lugar en el que vivir.
VolteĂł a ver dentro de la casa mientras respondĂa eso. Esta casa la terminĂł comprando como el año pasado con un prĂ©stamo de 35 años. Al ser una casa vieja se hicieron unas reformas, era 4LKD, la habĂa comprado para poder vivir con Yuki, pero por las circunstancias de ambos ahora se encontraba viviendo solo.
— Trabajando todos los dĂas hasta tarde, Âżincluso vas los dĂas de descanso a la empresa verdad? si sigues con ese estilo de vida terminaras con tu salud.
— Si bueno, sé eso pero…
— No lo sabes.
Le respondiĂł firmemente, Yuki lo golpeĂł en el centro sin piedad.
— Onii-sama, ¿por qué sigue aceptando todo lo que te piden sin rechazarlo?
—…… ¿cómo lo sabes?
Yuki continuĂł con un tono de voz como si estuviera con problemas.
— Es lo mismo de siempre con el gentil onii-sama, si sigues asà terminaras con tu salud.
— Es cierto, tendré cuidado.
Shiki continuó hablando para evitar que Yuki se diera cuenta de que estaba respondiendo de manera automática.
— Pero oba-san no lo hubiera aceptado.
—… No te sobre exijas, no te pongas más peso ¿s�
La voz de su hermana parecĂa preocupada, le dio la impresiĂłn de que su cuerpo tras llegar en el Ăşltimo tren constantemente comenzaba a verse afectado.
— Ya compraste la casa pero el peso que tienes es mucho más grande onii-sama.
— No me estoy sobreexigiendo.
—… onii-sama…
“Buenas noches” intercambiaron un último saludo y terminaron con la llamada.
— Bien.
Dejó el celular en la mesa y Shiki volvió la mirada una vez más a su laptop. Pero pareciera como si la despedida de buenas noches hubiera sido un disparador ya que sintió como comenzaba a irse.
— Ah, esto es malo…
De pronto le atacĂł un gran sueño, pero no tenĂa ni escudo y espada para defenderse, comenzĂł a perder su conciencia en ese mismo lugar.
— Ahora que lo pienso últimamente no he estado durmiendo bien…
Inmediatamente después de que se dio cuenta la conciencia de Shiki se vio interrumpida.
EscuchĂł la alarma del celular a lo lejos.
— ¿Nn…?
ComenzĂł a levantarse lentamente del abismo recuperando la conciencia, sintiĂł su cuerpo pesado como si estuviera cubierto por lodo, frente a sus ojos se encontraba la mesa de la sala de estar, Shiki se le quedĂł viendo en silencio a la laptop que se encontraba frente a Ă©l.
— Auch… ¿Me dormà de ese modo…?
EstirĂł su cuerpo que estaba gritando a la fuerza, estirando los brazos para tensar los mĂşsculos de su pecho, cuando se dio cuenta la luz del sol comenzaba a entrar por la ventana, y podĂan escucharse lo que parecĂan ser las risas de los estudiantes que se dirigĂan a la escuela.
— Ojala y un hada haya avanzado con mi trabajo… claro, como si fuera a ser posible.
IntentĂł encender la laptop, y se encontraba exactamente lo mismo que estaba allĂ la noche anterior. Detuvo la alarma, ya era la hora en que se despertaba siempre.
— No queda de otra… iremos a que nos regañen…
No deberĂa de haber problemas con salir un poco más tarde para hacer algunas flexiones, pero aun asĂ sentĂa una presiĂłn en el cuello al no haber avanzado en el trabajo. Al final solo pudo suspirar, cuando de pronto recordĂł a la chica que se suponĂa se habĂa quedado en su casa.
— ¿Are? Ahora que lo pienso…
VolteĂł a ver a los alrededores, pero desde la sala de estar de donde estaba no podĂa ver a Hoharu. Cuando intentĂł ponerse de por por fin se dio cuenta que tenĂa una manta puesta sobre la espalda. Fue a buscarla al segundo piso, pero allĂ solo habĂa un futon doblado hermosamente, no habĂa presencia de ninguna otra persona.
— No esta… ¿Se habrá ido a casa?
De seguro se habrá ido en silencio intentando ser considerada con Shiki quien estaba dormido, Shiki llegĂł a esa conclusiĂłn, asĂ que tenĂa que irse a tomar una ducha rápido, arreglarse y salir de nuevo con su cuerpo que no habĂa podido deshacerse del cansancio.
El sol era tan brillante como para doler, estaba quemando el cuerpo de Shiki, la estación del tren más cercana estaba completamente lleno con sus trenes de igual manera dirigiéndose al centro de la ciudad, Cambió de tren en la estación terminal bajando al subterráneo y avanzando varias estaciones, hasta que llegó a la estación más cerca a su empresa.
Era un edificio de unos 25 pisos, tenĂan rentados los pisos 10 al 18, era una empresa de desarrollo de Software. En el primer piso del edificio se encontraba una famosa tienda de cafĂ©, ese aroma despertaba a los hombres y mujeres que iban entrando, de entre ellos, la mirada de Shiki se fijĂł en la elegante terraza donde habĂan unas personas tomando cafĂ©. Al principio no le importo quien podrĂa ser, pero al acercarse, entendiĂł por quĂ© le habĂa llamado la atenciĂłn ese lugar.
— Jaja, viniste.
La que se encontraba sentada en la terraza era esa chica que se habĂa quedado a dormir anoche en su casa, era Hoharu. MoviĂł su pequeña mano mientras Shiki se acercaba, y le preguntĂł a esa chica que estaba en una elegante terraza de un cafĂ© tan temprano en la mañana.
— ¿Por qué estás aqu�
— Te estaba esperando onii-san.
Respondió como si fuera lo más evidente, cuando Hoharu apuntó a una bolsa de papel que se encontraba sobre la mesa redonda.
— Aquà tienes.
— ¡…? ¿Qué es esto?
IntentĂł ver en su interior y allĂ habĂa una caja cuadrada, tenĂa dibujado un personaje en el paquete ÂżEran alguna clase de dulces?
— Los venden cerca de una estaciĂłn que se encuentra al noreste, es un pan de dulce llamado Cream Square, es pan suave sobre la cual hay dulce crema, no importa cuántos coma, nunca podrĂa dejar de comerlos.
— Hee ¿en serio?
A diferencia de la expresiĂłn alegre de Hoharu, respondiĂł ambiguamente al no saber quĂ© era lo que pretendĂa.
— No me digas que… fuiste a comprarlos.
— Si.
Hoharu asintiĂł, tambiĂ©n apuntĂł ligeramente a una taza de CafĂ© latte mientras se encogĂa de hombros.
— La verdad es que intente ir en Shinkansen[3] pero la tienda aún no estaba abierta, hay personas que comienzan a trabajar antes de que abran oficialmente la tienda asà que les obligué que me lo vendieran.
Tal parece que incluso se tomĂł la molestia de tomar el Shinkansen hasta ese lugar. Al mismo tiempo en que se sorprendĂa por la capacidad de movimiento de la chica, aparecieron muchas preguntas en su cabeza.
— Pero ¿Por qué hacer esto y para m�
— Es como agradecimiento, tengo que regresar mi deuda por la comida y el alojamiento.
Ahora que lo decĂa, anoche habĂa dicho algo como que querĂa pagarle, pensando en todo lo que habĂa hecho para ello Shiki lo aceptĂł honestamente.
— Ya veo, muchas gracias por toda la molestia, me gustarĂa comerlo en el almuerzo.
— No, no, no es eso onii-san.
Hoharu comenzĂł a mover el dedo de izquierda a derecha, por supuesto, comenzĂł a decir cosas que no se esperaba.
— Me gustarĂa que onii-san le entregara esto a Hazuki-san del área de consultorĂa en su empresa.
— ¿He? ¿Hazuki-san…?
Era alguien que conocĂa, recordĂł el rostro de la chica de mediana edad que trabajaba en su empresa, habĂa aparecido de pronto un nombre inesperado, y Shiki frunciĂł las cejas sin pensarlo.
— ¿Conoces a Hazuki-san?
— No, para nada.
Huharu lo negó fácilmente, volteó a ver hacia arriba el edificio como si fuera un brote de bambú después de la lluvia.
— Ya deberĂa de estar por salir, lo mejor será que se lo entregues cuanto antes, si lo haces…
SonriĂł como si le fuera divertido, y comenzĂł a hablar con sus predicciones.
— Regresarás a casa a la hora normal como no lo has hecho en mucho tiempo.
—… ¿He?
No entendĂa para nada que era lo que le decĂa, Shiki solo estaba confundido.
— Nos vemos onii-san.
Hoharu terminĂł de tomarse su cafĂ© y desapareciĂł entre las personas mientras lo despedĂa con la mano. DespuĂ©s de verla irse Shiki bajĂł la mirada a la bolsa que tenĂa en las manos.
— ¿Regresar a casa a la hora normal? Ahora que lo pienso ¿Cuántos meses han pasado desde la última vez que lo hice?
No solo salir a la hora, incuso era extraño que no tomara el Ăşltimo tren, entrĂł al edificio sin entender una sola de las palabras que le habĂa dicho Hoharu, y subiĂł al elevador para dirigirse al piso 15.
DespuĂ©s de eso al entrar en un pasillo un poco alejado, le hablĂł a una mujer que parecĂa comenzar con su trabajo.
— Hazuki-san.
— Ara, pero si es Hojô-san, ¿Qué pasa tan temprano?
Hazuki era la madre de tres pequeños, era la mujer que se encontraba en el centro del área de consultorĂa, hace medio año se habĂa tomado un descanso para dar a luz y habĂa regresado, en esta ocasiĂłn llevaba poco tiempo trabajando, pero hubo un tiempo en el que estuvieron trabajando en proyectos juntos. Tal y como se lo dijo Hoharu, le entregĂł la bolsa de papel.
— Para ti…
— ¿¡He!? ¿¡Esta bolsa es…!?
En el instante en que vio la bolsa de papel la tomĂł casi como si se la arrebatara, al revisar adentro dejĂł salir una voz de sorpresa.
— ¡Pero si son Cream Square! ¿He? ¿He? ¿¡Qué pasa con esto!?
No le dio tiempo para contestar nada, Hazuki se habĂa puesto de pie llena de emociĂłn.
— ÂżSabes? ¡Justo me acaba de decir mi pequeña hija que querĂa comer de estos y no me escuchaba! Le dije que cuando regresara a casa pero no los venden por aquĂ cerca, además de que los venden por tiempo limitado y no tienen envĂos, estaba preocupada.
Después de hablar como una ametralladora por fin pudo tranquilizarse un poco con la bolsa en las manos, logrando al fin dirigirse directamente a Shiki.
— ¿Me los estas dando?
— Si, por eso es que vine aquĂ.
— ¡Gracias! ¡En verdad me salvaste!
Hazuki sujetĂł su mano y comenzĂł a moverla hacia arriba y abajo, no pensĂł que fuese a alegrarse tanto, por lo que solamente terminĂł siendo presionado por ella cuando Hazuki levantĂł la mirada como si hubiera recordado algo.
— Hojô-san, escuché que estas teniendo problemas con el proyecto de desarrollo móvil de las instalaciones ¿Es cierto?
— ¿He? ah, bueno…
— Ya veo… fu fu fu, Tal vez nos pongamos serios de vez en cuando.
— ¿He?
Hazuki sonrió con un sentido detrás de ello, sacó su celular y comenzó a llamar a alguna parte, Shiki intentando no malestar hizo una ligera reverencia y se alejó un poco dirigiéndose a su propio lugar, pero en medio del camino una mujer le llamo en el pasillo que daba al elevador.
— Ah, buenos dĂas HojĂ´-senpai.
— Buenos dĂas Tokita-san.
Aquella que se sentaba al lado de Shiki era una Kouhai mujer… Tokita Rui TenĂa un cabello ondulado y esponjoso que caĂa por su espalda, parcia que habĂa sido muy bien criada, solo con que ella estuviera en el lugar el ambiente se sentĂa mas gentil, era una de las pocas mujeres que se esforzaba y lograban formar parte del área de desarrollo de tecnologĂas.
— ÂżNecesitabas algo del área de consejerĂa?
— Si, bueno, solo le entregué algo a Hazuki-san.
No pudo explicar nada más, y no pudo pronunciar alguna otra palabra, Rui no le dio ningún seguimiento en especial pero en cambio se le quedó viendo a Shiki con algo de preocupación.
— Hojô-senpai, ¿estás bien?
Le preguntĂł algo, y continuĂł mientras ponĂa una expresiĂłn de extrañeza.
—… EscuchĂ© que el lĂder Oyama volviĂł lanzarte sus problemas, por culpa de eso has estado yĂ©ndote hasta apenas alcanzar el Ăşltimo tren.
— Jajaja, bueno, es cierto que últimamente he regresado en el último tren.
La verdad es que no era inusual que Rui estando cerca de Ă©l lo supiera, ah, pero ahora que lo decĂa Hazuki tambiĂ©n sabĂa que se encontraba en problemas. Existe el rumor de que la red de informaciĂłn de las mujeres en la empresa es capaz de saber toda clase de informaciĂłn 15 minutos despuĂ©s de que algo suceda, puede que sea cierto.
— No es como si me hubiera lanzado los problemas, parece que tiene conexión con el proyecto anterior, y tengo más experiencia en el sistema solo eso.
— Pero, pero, Hoyô-senpai, no tienes ninguna relación con ese problema.
Rui comenzaba a inflar las mejillas como si se estuviera enojando por Ă©l.
– Pero aun asà te ponen cualquier motivo para presionarte los problemas que suceden… en definitiva solamente te están molestando.
La expresión de Rui era de “no hay manera de que no me enoje” Shiki se le quedó viendo a esos lindos y grandes ojos.
— Solo con saber que estás preocupada por mà me hace realmente feliz.
— Hoyô-senpai…
Rui por algĂşn motivo se puso un poco roja y Shiki dejĂł su mochila en su asiento, sacĂł su laptop y la abriĂł.
— Aun hay algo de tiempo antes de la junta de avances, ¿Nos esforzamos un poco más?
— Ah, entonces déjame ayudarte.
Shiki comenzó a trabajar agradeciéndole por la ayuda un poco apenado a pesar de que ella era de un equipo diferente.
Los seres vivos de las empresas son seres que les gustan tanto las juntas como para sorprenderse, juntas programadas, juntas de reportes, junta de comunicaciones oficiales, juntas de avances, le ponĂa algĂşn nombre cualquiera para poder hacer una junta, hay muchas de ellas en las organizaciones llamadas empresas, Ellos continuaban con la junta programada, y Shiki comenzĂł a caminar en direcciĂłn al lugar en el que se llevarĂa a cabo la junta, aunque por supuesto, no habĂa avanzado con su propio trabajo, por lo que era difĂcil que pudiera entrar felizmente. De seguro hubiera intentado decir que tenĂa una enfermedad que lo llevarĂa cerca de la muerte para no asistir, que esa enfermedad era contagiosa y no fue para evitar contagiar a los demás… pero aun diciendo eso es un evento que el ganado de las empresas no puede evitar.
— Eso tenemos,… ah… en verdad fue un gran problema pero logramos superarlo.
Las juntas de avances ese dĂa se encontraban participando todo el departamento de desarrollo al que pertenecĂa Shiki. Un lugar en el que cada uno de los lĂderes exponĂa los avances que tenĂan con sus respectivos proyectos, y ahora el hombre llamado Oyama acababa de hablar acerca de su proyecto. Se trataba de un senpai que entrĂł varios años antes que Shiki a la compañĂa, era un lĂder que tenĂa como marca registrada su cabello castaño.
— ÂżY eso que parecĂan realmente enojados hasta hace poco?
Por el otro lado se encontraba un hombre de mediana edad que bien podrĂa parecer un Dandi recibiendo los reportes, el cabello lo tenĂa completamente blanco, y una mirada afilada, se trataba del gerente del área de desarrollo al cual pertenecĂa Shiki.
— Claro que no, Hojô-kun aquà presente ya hizo algo con eso ¿Verdad Hojô-kun?
Dejo de largo lo que le dijo el gerente y Oyama le presionĂł todo a Shiki, suspirĂł para sus adentros mientras afirmaba y el gerente comenzĂł a preguntarle.
— Además de que habĂan problemas en el sistema. Se necesita una investigaciĂłn y reporte del motivo, además que es necesario realizar correcciones y pruebas, ÂżPero habĂa quedado que el dĂa de hoy se tenĂa que resolver todo?
— Si, era hoy.
— ¿Lo lograron a tiempo?
La pregunta y mirada afilada del gerente hizo que dudara por un instante.
— ¿Qué tal Hojô-kun?
Le volvió a lanzar todo a Shiki, él pensó un poco y después reportó la situación correcta actual.
—… Lo siento, hemos encontrado el motivo, pero se necesitara un poco más de tiempo para poder realizar las correcciones y las pruebas.
— ¿He? ¡Ese es un problema!
Sin piedad alguna Oyama comenzĂł a hablar en voz alta.
— El cliente está realmente enojado, podemos enviarles tu versión de momento, pero cuando menos es algo “de momento” si no se lo regresamos como se debe es un gran problema.
DejĂł todo el peso de su cuerpo sobre la mesa frente a Ă©l mientras decĂa todo lo que querĂa mientras culpaba de todo a Shiki.
— Parece que ayer también te quedaste hasta tarde ¿pero qué sucedió? Nee, ¿No me digas que solo te quedaste para que te pagaran horas extras?
Estaban hablando de manera demasiado egoĂsta y parece que Rui no pudo soportarlo más…
— ¡Incluso aunque sea HojĂ´-senpai no hay manera de que pueda terminar de inmediato! Para empezar, HojĂ´-senpai es parte de otro equipo de trabajo, ellos mismos deberĂan de responder y no HojĂ´-senpai!
— Pero aceptĂł cuando se lo pedĂ.
Oyama no pareciĂł verse afectado, solo extendiĂł los brazos exageradamente mientras continuaba alineando palabras.
— ÂżEl que sabe más del sistema s HojĂ´-kun verdad? normalmente yo lo harĂa, pero vamos, no sĂ© mucho del sistema, se lo pedĂ a HojĂ´-kun quien puede termĂnalo en pocas horas ÂżVerdad?
La Ăşltima pregunta la hizo en direcciĂłn a Shiki. Y entonces, como si hubiera olvidado que era su responsabilidad en un principio, le lanzĂł toda la culpa a Shiki.
— Pero aun asĂ, no lo ha terminado ÂżQuĂ© hacemos? Que mal por mĂ, se van a enojar conmigo, HojĂ´-kun, ÂżQuĂ© tal si se enojan contigo en mi lugar?
En cierto sentido era un genio para dejarle toda la responsabilidad a otras personas, era bueno dándole vuelta a las cosas, era lo que Oyama siempre hacia. El mismo Shiki habĂa resultado siendo la victima varias veces pero… en esta ocacion la situacion era un poco diferente.
—……… Aun no se ha terminado pero…
Mientras pasaba en su cabeza lo que acababan de decir Shiki les contestĂł del siguiente modo.
— ¿Como decirlo……. ¿Ya no hay necesidad de que lo termine.
—… ¿Ha?
Oyama frunciĂł las cejas y Shiki continuĂł mientras veĂa el techo de la sala de juntas
— Acabo de recibir un mensaje del encargado, la fecha lĂmite que era para hoy se ha aplazado para dentro de dos meses.
— ¿¡Haa!? ¿Dos meses?
Dejó salir una voz de tonto, y Oyama se acercó rápidamente a Shiki.
— ¿He? ¿¡Qué sucedió!? ¡Por más que bajara la cabeza nunca me escuchaba…!
Pero dudĂł como responder a esa pregunta.
— Hojô.
Pero interrumpiendo a Oyama, el gerente hablĂł tranquilamente con un tono bajo.
— Eso no fue por el encargado del proyecto, ¿Eso es algo que tu conseguiste verdad?
— Si, ya está corroborado.
— Está bien.
Era el fin de tema, era como si estuviera anunciando eso ya que el gerente continuĂł con la reuniĂłn programad.
— Entonces me gustarĂa que le dejes el resto de ese proyecto a Oyama, ÂżAhora tienes tiempo y puedes hacerlo verdad?
— ¿¡Kgg..!?
Al gerente no le importĂł la expresiĂłn tonta que estaba haciendo Oyama y continuĂł con el siguiente tema.
— Continuemos con el siguiente proyecto, Oosugi, ¿Qué tal va el progreso?
— ÂżHe? ah, ¡SĂ!
El otro lĂder se puso de pie de prisa, ese reporte se escuchaba muy lejano, Shiki no sabĂa que era lo que habĂa pasado inclinando la cabeza.
— Con permiso.
“Estoy cansado” dejo salir eso mientras apagaba su computadora y dejaba la empresa. Al salir del edificio, sorprendentemente afuera aĂşn era de dĂa.
—… En serio terminé saliendo a mi hora…
Volteó a ver el reloj, apuntaba alrededor de las seis de la tarde, ¿hacia cuanto que no regresaba a casa a estas horas? Recordó que era más que evidente que hubiera sol en los atardeceres.
— Hojô-senpai.
Se detuvo cuando alguien le hablĂł a la vez que le pegaban ligeramente en el hombro. Al darse la vuelta allĂ estaba Rui quien habĂa corrido para alcanzarlo con la respiraciĂłn entrecortada.
— Este… ¿Puedo acompañarte hasta la estación?
— Claro.
Comenzaron a caminar uno al lado de otro, mientras que Rui volteĂł a verlo con una gran sonrisa, en verdad parecĂa feliz.
— Pero en serio, que bueno, alargaron más tiempo a la agenda.
— Bueno, es cierto pero…
A pesar de que lo afirmĂł Shiki no pudo continuar, solo habĂa un motivo por el que no podĂa asentir con honestidad.
— No sé por qué, pero el encargado estaba de buen humor, cuando le llamé no estaba para nada molesto.
— ¿En serio?
AsintiĂł ante una Rui que inclinaba la cabeza, Shiki estaba recordando lo sucedido durante el dĂa, al final, no logrĂł terminarlo para la mañana, intentĂł llamarle despuĂ©s para disculparse pero del otro lado por algĂşn motivo parecĂa realmente satisfecho, y no era como si hubieran solucionado nada, pero dentro de ello, solo se le podĂa ocurrir una cosa.
—…… Asà que hoy regresé a casa a la hora normal…
— ¿He?
— Ah, no, no es nada.
Despejó los pensamientos que le daban vueltas por la cabeza, cuando una gran cantidad de personas apareció en su campo de visión al haber llegado a la entrada de la estación. Se dirigieron a una esquina avanzando por esa multitud y continuaron avanzándose abiertos paso.
— Hay bastantes personas.
— Hojô-senpai ¿No lo sabias?
Ira dirigió la mirada a la multitud mientras esquivaba hábilmente.
— Hoy es el concierto en vivo de &Six.
— ¿Andosik…?
Era la primera vez que escuchaba esa palabra, de seguro Rui se habrá dado cuenta de eso. Se levantó ligeramente el cabello y comenzó a explicarle a Shiki.
— &Six es un grupo de cinco chicas idol´s, la aplastante calidad que tienen encendió el internet, en estos últimos años han estado haciendo tours, es un grupo muy famoso ah, son esas.
En una de las pantallas que estaban una de las tiendas frente a la estaciĂłn podĂan verse unas chicas, habĂan cinco chicas sobre un escenario bailando al mismo tiempo, estaba asombrado por esos hermosos movimientos, y Shiki abriĂł la boca para preguntar.
— ¿A pesar de que son cinco se llaman “Six”?
— Si, según los rumores el manager es el sexto miembro, el nombre &Six era porque anteriormente eran seis chicas.
ParecĂa saber mucho al respecto, o puede que por el contrario, sea de conocimiento comĂşn y solo fuera Shiki el que no lo supiera. Rui continuaba dándole informaciĂłn acerca que ese grupo.
— Pero parece que fue gracias a su manager, el sexto integrante que pudieron hacer su gran aparición, solo que parece que nunca aparece en el escenario, entre los fans lo llaman “estratega”
— ¿Estratega…?
— ContinuĂł haciendo elecciones tan precisas como para sorprenderse, sus aliados acceden en un instante, parece que por ello la llaman asĂ.
Y parece que el dĂa de hoy harĂa una presentaciĂłn en vivo, parece que fue decidido por ese manager estratega. Ahora que lo menciona, le dio la sensaciĂłn de que habĂa escuchado esa palabra en algĂşn lugar hace poco.
— Ah, este Hojô-senpai.
Cuando estaban entrando en el subterráneo Rui comenzó a verlo hacia arriba mientras hablaba.
— Ya que regresamos a la hora normal, este… si tienes algo de tiempo Âżte gustarĂa ir a comer a alguna parte?
— Oh, qué buena idea.
DespuĂ©s de todo al regresar a casa estarĂa solo, aĂşn era temprano, asĂ que pensĂł que era una buena idea.
— Ah, pero perdón, tengo que llegar un poco temprano a casa.
RecordĂł porque habĂa podido salir a la hora normal, Rui mostrĂł una expresiĂłn como si hubiera recibido un Shock.
— No… no me digas que… ¿¡Una promesa con tu novia…!?
— Jajaja, claro que no.
Decirlo lo ponĂa un poco triste, pero no tenĂa ningĂşn motivo rosa como ese.
— La verdad es que…
Mientras caminaban al área de pasaje comenzó a explicarle brevemente sus motivos, Rui abrió los ojos grandes con sorpresa.
—… ¿Para vivir con tu hermanita menor?
— Asà es.
Bajaron por las largas escaleras, y recordĂł aquello mientras veĂa hacia el espacio.
— Hace dos años mamá falleciĂł y mi hermana menor terminĂł siendo cuidada en la casa de una tĂa, la verdad es que quiera traerla conmigo, pero me dijeron que en ese momento no podĂa hacerme cargo de los básicos para vivir solos.
En ese momento vivĂa solo en un pequeño departamento, era un poco difĂcil vivir de ese modo los dos, asĂ que la hermana mayor de su madre quiso darle un buen ambiente para la hija de su hermana menor que aĂşn se entraba estudiando la secundaria en ese momento.
— Me dieron varias condiciones para que pudiĂ©ramos vivir juntos, la primera es que tuviera un lugar asegurado para vivir y que todas las noches cenáramos juntos, si no los cumplĂa entonces no permitirĂa que mi hermana viviera conmigo.
Su tĂa era una buena persona que veĂa por ellos, pero no habĂa manera de que pudiera dejar que viera por su hermana todo el tiempo, en estos Ăşltimos dos años Shiki habĂa hecho todo lo posible para cumplir estas condiciones.
— La primera condición ya fue cumplida, la segunda…
— Ya veo, con la forma en la que estabas trabajando ahora serĂa un poco difĂcil cumplir esa segunda condiciĂłn.
A pesar de que habĂa asegurado un lugar para vivir, no era tan fácil asegurar el tiempo, pensĂł en cambiar de trabajo, pero desde que tenĂa que pagar el prĂ©stamo era difĂcil, además de que serĂa aĂşn más difĂcil encontrar otro lugar en donde dieran tan buenas prestaciones.
— Pero hoy estoy saliendo temprano como no lo hacĂa en mucho tiempo, creo que irĂ© con mi tĂa a presumirle un poco.
— Ya veo.
Rui estaba asintiendo ante el motivo que tenĂa para no poder acompañarla pero de inmediato frunciĂł las cejas.
— ÂżPero cĂłmo siguen las cosas va a ser difĂcil verdad?
— ¿En verdad lo crees?
“Lo creo” respondiĂł de inmediato, sacĂł la agenda que tenĂa en la maleta antes de continuar.
— HoyĂ´-senpai, segĂşn los trabajos que has aceptado claramente son proyectos en los que ocurrirán problemas, además de que cuando te piden algo nunca los rechazas, ÂżsabĂas que eres famoso por eso dentro de la empresa?
Shiki no pudo hacer más que sonreĂr con amargura mientras sacaba el celular de su bolsillo.
— No puedo rechazar las peticiones de las personas que se encuentran en problemas.
— ÂżQuĂ© no puedes rechazar…? no es como si no entendiera cĂłmo te sientes, pero todo tiene su lĂmite.
— Eso es… claro que lo entiendo.
AsĂ es, incluso Ă©l lo entendĂa muy bien.
—… Pero desde hace mucho he sido malo para rechazar a los demás.
No hacĂa falta que otra persona le dijera que eso no era algo bueno.
— ÂżSerá porque escuchaba mucho las peticiones que me pedĂa mi pequeña hermana? Cuando me di cuenta se me hizo más que natural aceptar las peticiones aunque parecĂan irrazonables.
— ¿Y eso siguió hasta ahora?
— No, puede que eso no haya sido más que el comienzo.
—
Pasaron por la revisión de boletos y Shiki continuó sincerándose.
— La verdad es que tengo miedo que los demás me odien, quiero que las personas me vean con buenos ojos, jajaja, claro, es un motivo infantil.
Ser bien visto por las demás personas, puede que estĂ© diciendo eso pero no lo era todo, simplemente que no tenĂa el valor para ser odiado por las personas, las personas normales dirĂan algo como esto.
— ¿Es patético verdad?
— Si.
Rui contestĂł sin piedad, pero de inmediato sonriĂł.
— Pero si tuviera que decir si es tĂpico de HojĂ´-senpai, entonces es tĂpico de HoyĂ´-senpai.
ÂżEra un alago? ÂżO no? Shiki no lo sabĂa, cuando llegaron al andĂ©n justo en ese momento estaban llegando ambos trenes al mismo tiempo.
— Si llegas a tener problemas puedes venir a pedirme consejo siempre que quieras, la verdad es que puede que no haga mucho, pero si es por el bien de Hojô-senpai me esforzaré.
— Muchas gracias Tokita-san.
Le dio las gracias honestamente y ambos subieron a sus respectivos trenes.
Mientras se movĂa en direcciĂłn a la estaciĂłn más cercana le llamĂł a su tĂa y comprĂł algo en el sĂşper cerca de la estaciĂłn, habĂa recordado que el dĂa de ayer habĂa usado una gran cantidad de carne y huevo asĂ que querĂa reponerlo para despuĂ©s regresar a casa.
— ¿…? ¿Hay alguien?
Justo a un lado de la puerta de su casa pudo ver la sombra de una persona.
—… ¿Qué haces en este lugar?
— Ah, onii-san.
La persona que estaba allĂ era Hoharu hecha bolita en el mismo lugar y del mismo modo que ayer, pero a diferencia de ayer es que ahora estaba en una situaciĂłn en la que podĂa responder, tenĂa una extrañamente linda ropa occidental. Esa Hoharu parecĂa estar consciente de los alrededores en esta ocasiĂłn,
— ¿¡No viste a una persona sospechosa cerca!?
— ¿Una persona sospechosa? ¿Alguien además de ti?
— E, es cierto que puedo verme sospechosa, pero no me refiero a eso.
Parece que veĂa a Shiki desesperadamente, cuando de pronto comenzĂł a gritar.
— ¡Por favor Onii-san! ¡Me están siguiendo! ¡Escóndeme aunque sea un momento!
Al final, la comida que acababa de comprar se usĂł con la cena de esta noche.
— Muchas gracias por la comida.
— De nada.
Cocinó una gran cantidad, pero no importa cuando le diera, Hoharu se lo acababa, pidió un poco más sin contenerse y también se lo acabó sin dejar nada.
— Onii-san, ¿Después de todo eres un genio con la cocina verdad? rollos de alabaza, es la primera vez que pruebo unos tan deliciosos, incluso mejores que en los restaurantes.
— En serio, me alegra que te gustaran.
Hoharu observĂł el librero a un lado mientras le ayudaba a levantar las vajillas.
— Ahora que veo bien hay muchos libros de cocina… ¿Es tu pasatiempo?
— No, para nada.
Tal y como lo habĂa comentado Hoharu, habĂan mas de 20 libros de cocina alineados en ese librero, pero a pesar de que hubieran muchos no era porque le gustara la cocina, simplemente querĂa saber más de ella.
— Casi no cocino, la verdad a mà no me importa, pero no hay manera de que pueda darle de comer a mi hermana menor cualquier cosa asà que estudié un poco.
Ăšltimamente no habĂa podido hacerlo mucho debido a que siempre regresaba en el Ăşltimo tren, pero habĂa estudiado mucho y ahora podĂa cocinar toda clase de cosas, al principio solo cometĂa fracasos, pero ahora es algo bueno.
— Pero más importante.
Después de haber lavado rápidamente las vajillas Shiki se dirigió a Hoharu.
— ÂżTe están persiguiendo? ÂżAlgĂşn acosador? ÂżQuieres que llamemos a la policĂa?
— No, no es eso… este…
Shiki estaba por marcar en su celular pero Hoharu se apresurĂł a detenerlo, entonces en un intento de cambiar de tema de conversaciĂłn preguntĂł con un tono de voz alegre.
— Ah, cierto, ¿Qué tal te fue?
— ¿Qué tal? ¿A que te refieres?
— El trabajo, el trabajo.
Lo veĂa hacia arriba mientras le mostraba una sonrisa.
— ¿Si llegaste a esta hora a la casa parece que salió bien vedad? Saliste a una hora normal.
— Ah…
RecordĂł la frase que le habĂa dicho en aquel momento, y frente a Ă©l se entornaba Hoharu que parecĂa divertirse.
—… ¿Asà que después de todo tuviste que ver con eso?
— Jaja, bueno sĂ.
Hoharu llevó las manos hacia atrás mientras estiraba su espalda.
— TenĂa que regresar mi deuda de una noche y una comida, en esta ocasiĂłn fue grande la apuesta, pero parece que las cosas salieron bien.
Por la forma en la que hablaba claramente habĂa hecho algo con este asunto, Shiki detuvo las manos del dispensador de agua y se le quedĂł viendo a Hoharu directamente.
— Me gustarĂa que me dijeras que fue lo que hiciste, el cliente extendiĂł el plazo de entrega y fue el mismo quien lo sugiriĂł.
— Eso fue… bueno, muchas cosas.
Claramente no quiera exponer nada, pero Shiki continuaba viéndola con seriedad.
— Es algo muy importante, por favor.
BajĂł la cabeza mientras se lo pedĂa. Hoharu se sorprendiĂł de que de pronto bajaran la cabeza ante ella, pero despuĂ©s de pensar un poco abriĂł lentamente la boca.
—… Reciprocidad.
— ¿He?
Shiki quien habĂa levantado la cabeza vio a Hoharu quien comenzaba a caminar mientras explicaba, era como si fuera alguna clase de maestro de universidad dando un seminario.
— Las personas cuando reciben algo tienden a querer regresar algo a cambio, podrĂamos decir que se mueven bajo esa razĂłn psicolĂłgica.
Tras decir eso, Hoharu llevĂł la mano a una de las galletas que habĂa comprado y dejĂł sobre la mesa.
— El en supermercado en el que compraste la carne ÂżNo habĂa alguien que la tenĂa ya preparada, cocinada y te la dio a probar?
Es cierto, de vez en cuando podĂan verse esa clase de vendedoras. OlĂa bien, pero por ahora parece que su objetivo era dar a probar de sus productos.
— Las personas están recibiendo eso gratis, asà que terminan pensando que tienen que comprarle para agradecerle, dejando de lado si fue delicioso o no.
PodĂa entender más o menos a que se referĂa Hoharu, pero no lograba entender por quĂ© el tema, y Shiki sin pensarlo frunciĂł las cejas.
— Entiendo eso pero, ¿Eso que tiene que ver con las acciones del cliente…?
— ¿Estuvo feliz por el Cream Square verdad?
Se llevó la galleta a la boca para después juntar ambas manos a la altura de su nariz y bajar la cabeza.
— Lo siento, mientras estabas dormido mire un poco dentro de tu computadora onii-san.
“Lo siento” volviĂł a disculparse, y allĂ estaba Ă©l un poco más convencido, en el momento en que llegĂł a la empresa en la mañana Hoharu ya estaba asĂ, de no haber revisado su computadora no habĂa manera de que tuviera la informaciĂłn para ello. Hoharu comenzĂł a jugar con su flequillo dándole vueltas, era como si estuviera ordenando sus ideas antes de continuar.
— En las conversaciones por los correos comprendà la situación rápidamente, después de eso busqué a una persona en tu empresa que tuviera una conexión con el cliente por medio de las redes sociales.
Al ser una empresa de desarrollo de software es más que claro que hay muchas personas que tiene altas habilidades con las tecnologĂas de la informaciĂłn, no eran pocas las que ponĂan sus manos sobre las redes sociales, por lo que bien podrĂan llegar a alguna conclusiĂłn con un poco de investigaciĂłn.
— ÂżLo sabias? Hazuki-san del área de consejerĂa tiene un hermano, y ese hermano cuando estaba en la preparatoria se uniĂłn al club de teatro, en ese club de teatro se encontraba el que ahora es cliente de la empresa.
AsĂ que esa es la informaciĂłn que obtuvo Hoharu, al investigar un poco parece que Hazuki tenĂa dos senpai, y hasta ahora habĂan continuado en contacto.
— Hazuki-san subió a las redes sociales lo que más deseaba en ese momento, asà que te di lo que ella más deseaba para que se lo dieras, y ella siguiendo la fuente de la reciprocidad dentro de ella te ayudó un poco.
— Eso quiere decir que Hazuki se puso en contacto con el cliente…
— Jaja, fue fácil de llegar a la conclusión.
“Vaya que todo saliĂł bien” dijo mientras sonreĂa y levantaba un dedo.
— Por supuesto, también en las redes sociales de Hazuki-san escribo “Mi gran problema se solucionó en la empresa, estoy realmente agradecida” en su timeline,
“Fue realmente difĂcil en el Shinkansen” agrego Hoharu al final.
— HabĂa un 50% de posibilidades de que las cosas salieran bien, eso pensaba, pero me alego que te haya ayudado.
Una chica cuya edad no diferenciaba mucha con la de su hermana tenĂa a los adultos bailando en la palma de su manos con facilidad. No podĂa más que enrollar la lengua con eso.
— Entiendo la lógica, pero bueno… dejémoslo asà por ahora.
Shiki vio a Hoharu de pies a cabeza y de nuevo, abriĂł la boca con una presunta sincera.
— Sé que es tarde para decir esto pero… ¿Qué pasa con esa apariencia? ¿Es alguna clase de ropa para actuar?
—… ¿He?
Tras decirle eso Hoharu volteĂł a ver su propia ropa, lo que tenĂa puesto era un atuendo con azul como base y tenĂa muchos volantes, estaba pensado para que se moviera con facilidad, pero exponĂa mucha piel, sobre su cabeza habĂa un lindo sombrero en miniatura, y por sobre todo tenĂa una atrevida minifalda mostrando sus piernas, hacia lucir su juventud.
— ¿¡…!? Hui con el vestuario y se me olvidó…
— ¿Vestuario?
Al preguntarle Hoharu tomĂł la orilla de su falda con el rostro rojo, estaba intentando estirarla hacia abajo lo más que podĂa.
— E… es vergonzoso tener una falda tan corta… o… onii-san… no me veas…
Esa imagen de ella avergonzada más bien le parecĂa fascinante, pero, Shiki no le importo eso.
— Ahora que lo dices, me da la sensación de que ya he visto esa ropa en algún lado…
—… Me la quitaré.
— ¿He?
De pronto Hoharu dijo eso y aun con el rostro rojo comenzĂł a desabotonarse las prendas superiores.
— No, no se supone que yo pueda usar una ropa tan linda como esta…
ParecĂa que en verdad planeaba quitarse la ropa mientras decĂa eso.
— ¿No será más vergonzoso sin la ropa…?
Pero era como si la pregunta de Shiki no le llegara, Hoharu continuaba peleando con la ropa que parecĂa era un poco complicada de quitar, pero aun diciendo eso, pensando en el sentido comĂşn como adulto no habĂa manera de que pudiera quedarse callado solo observando.
— Entendido, entendido, tranquilĂzate.
— ¿¡Cómo es que tienes en frente a una joven chica medio desnuda pero aun asà puedes estar tan tranquilo!?
— Aunque me digas eso…
Por algún motivo le respondió molestándolo por su tranquilidad.
— Parece que tienes más o menos la misma edad que mi hermana menor, y hace mucho entrabamos juntos a bañarnos.
A cambio de su madre que era soltera, Ă©l era quien cuidaba de su hermanita menor. ÂżLe dejĂł una fuerte impresiĂłn en ese entonces? VeĂa a Hoharu como si fuera su hermanita numero dos con una sonrisa.
— Buen, entonces cámbiate, la ducha ya está lista, puedes entrar si gustas.
— …¡…! ¡Iré primero!
Le entregĂł un set nuevo de ropa que habĂa preparado para su hermana menor y por algĂşn motivo lo recibiĂł de manera alegre y de ese modo se dirigiĂł al baño.
— ÂżLas chicas Ăşltimamente las tienen difĂcil…?
Lo dijo como si la entendiera y a la vez no, Shiki solo inclinĂł la cabeza cuando de pronto sonĂł el intercomunicador de la entrada.
— … ¿…? ÂżQuiĂ©n podrĂa ser a estas horas?
Normalmente nadie más que las entregas llamaban a su puerta, pero no recordaba haber comprado nada para entregas últimamente.
—… No me digas que… ÂżEn serio habĂa un acosador?
Hoharu dijo que estaba siendo perseguida. Si esa persona vio que huyĂł aquĂ, entonces puede que comenzara a ponerse en acciĂłn, No tenĂa confianza en su fuerza fĂsica, pero de seguro intentĂł lucirse pensando que deberĂa de proteger cuando menos a una pequeña chica. Mientras pensaba en eso pero por si acaso preparĂł su celular en una mano y comenzĂł a abrir lentamente la puerta.
—… ¿Si? ¿Quien…?
—… ¿¡Asà que fuiste tú!?
En el siguiente instante abrieron con fuerza la puerta y una chica tomĂł a Shiki con ambas manos por el cuello de la camisa.
Ya después pensó que lo mejor hubiera sido observar con la puerta cerrada, pero no tuvo tiempo para arrepentirse por eso y la chica comenzó a gritar.
— ¡Regresa a nuestra Hoharu! ¡Maldito secuestrador…!
Alguien que no conocĂa para nada le estaba gritando, pero Shiki estaba extrañamente tranquilo, entonces a pesar de que en verdad no la conocĂa, recordaba haberla visto con anterioridad.
— Si mal no recuerdo tú eras…
Era una chica… justo antes habĂa pasado dentro de una pantalla frente a la estaciĂłn del tren.
— Hace poco te vi en la pantalla frente a la estación… este… ¿eres una idol?
En las tragedias suelen crearse por malentendidos, Debido a un malentendido Romeo y Julieta murieron eligiendo beber veneno, caperucita roja malinterpretĂł al lobo como su abuela y terminĂł siendo devorada. Por eso mismo es que lo más importante era hablar tranquilamente, la violencia no resolverĂa nada, tras explicarle eso y que serĂa una molestia para los vecinos por ahora decidiĂł dejarla entrar a la casa.
— Es un té simple.
–…… No importa.
Se le quedaba viendo fijamente, tenĂa un cabello largo y lacio lo que la hacĂa resaltar, serĂa una chica de casi la misma edad que Hoharu. TenĂa un rostro lindo con una mirada fuerte que parecĂa que estuviera por apuñalar a Shiki, la chica era tan hermosa para no poder pensar que hubiera alguien en el mundo que pudiera negarlo, pero además de ser hermosa, estaba enojada lo que hacĂa emanar más presiĂłn.
– ¿Y?
DespuĂ©s de beber un sorbo del tĂ© que le ofreciĂł la chica se dirigiĂł a Shiki mientras mantenĂa su mirada afilada.
— ¿Dónde estás escondiendo a Hoharu? El celular de Hoharu está indicando que se encuentra en este lugar.
Era como si lo estuviera juzgando fulminando con la mirada a Shiki del otro lado de la mesa.
— Desde hora te lo digo, pero las personas de la oficina nos están esperando afuera, si le hiciste algo extraño gritaré con fuerza.
— ¿Oficina…?
Por un instante pensĂł que deberĂan de ser personas a temer, pero posiblemente no sea asĂ, además, ella vestĂa como toda una chica.
— Esa ropa es lida.
—… ¿He?
La chica volteĂł hacia abajo para verse, y parecĂa como si acabara de recordar lo que estaba vistiendo en ese momento. AsĂ es, su apariencia de chica era exactamente la misma que la de Hoharu. Ella cruzĂł sus brazos sobre su vestuario como si intentara esconder sus pechos, se puso roja y se le quedĂł viendo a Shiki.
— E, esto es… es el vestuario para el escenario, no tenĂa tiempo, apenas se acabĂł el concierto y vine volando…
— Ya veo.
Le dio la sensaciĂłn que tenĂa ella tenĂa unas circunstancias semejantes, pero lo mejor serĂa preguntarle antes de llegar a una conclusiĂłn, Si Yutaro antes de salvar a la tortuga primero hubiera corroborado el contenido de su promesa, hubiera terminado sin tener que pasar por la tragedia del viaje en el tiempo.
— ¿Qué clase de relación tienes con Hoharu-chan?
— ¡DespuĂ©s de todo si está aquĂ!
— Asà es, aquà está pero…
Shiki estaba tranquilo en comparaciĂłn con la chica frente a sus ojos que parecĂa emocionada, respondiĂł despuĂ©s de suspirar.
— Desde que Hoharu-chan vino aquà huyendo de algo, mientras que ella no lo desee no puedo dejar que alguien la vea.
—….
La chica abriĂł los ojos grandes por la sorpresa, y cambiĂł un poco el tono de voz mientras hablaba.
—…… Eres un caballero.
— Aunque no puedo rechazar lo que me piden.
SonriĂł con ironĂa y se encogiĂł de hombros ligeramente.
— Pero desde que me pidió resguardo, protegeré a Hoharu con todas mis fuerzas, solo eso es definitivo.
Tras decir eso Shiki le regresó una firme mirada a la chica, se estaban fulminando con la mirada ambos, pero la primera que terminó doblegándose fue la chica.
—…… Entendido, te lo contaré todo.
La chica por fin dejó ir la fuerza en sus hombros y comenzó presentándose correctamente.
— Soy la lĂder del grupo de artistas conocidas como &Six, mi nombre es SĂ´ma Shion.
La chica que se nombrĂł a si misma Shion parecĂa dudar un poco y despuĂ©s le pregunto a Shiki.
— ¿Que tanto sabes de nosotras?
— Lo siento, no las conozco.
Shiki admitiĂł su falta de conocimiento mientras se servĂa un tĂ© para sĂ mismo.
— Cuando mucho me enterĂ© el dĂa de hoy que existe un grupo con ese nombre y que hoy dieron un concierto.
Cuando era estudiante tenĂa más sentido para esa clase de cosas, pero desde que estaba todos los dĂas ocupado en el trabajo ahora ya no tenĂa tiempo para dirigir su atenciĂłn a esa clase de cosas, Shion no pareciĂł verlo como algo malo, y moviĂł la cabeza lentamente a los lados.
— No, está bien, tenemos como objetivo a las personas jóvenes, y apenas han pasado tres años desde que comenzamos a actuar.
Shion puso los codos sobre la mesa y entrelazo los dedos, continuaba hablando como si las cosas le fueran nostálgicas.
— Es asombroso que en solo tres años ya estén haciendo un Tour tan grande.
— Muchas gracias.
Sin alagarla inĂştilmente, Shion continuĂł.
— Por supuesto, nos han apoyado muchas personas, creo que hemos tenido mucha suerte también pero…
Se interrumpiĂł una vez, y Shion moviĂł la cabeza hacia los lados.
— Si logramos llegar hasta aquĂ, sin duda alguna fue gracias al poder de Hoharu.
— ¿Por Hoharu-chan?
Asintió en grande, esperó a que terminar de tomar un poco de su té y Shion continuó explicándose.
— &Six oficialmente es un grupo de cinco miembros, pero la verdad es que es un grupo que fue hecho por seis personas.
— No me digas que… ¿Hoharu-chan es el sexto miembro?
— Si.
Aun no tenĂa la imagen completa, pero le dio la sensaciĂłn de que ya tenĂa varias partes del puzle.
— Nosotras no nos afiliamos a ninguna administraciĂłn ya hecha, simplemente comenzamos en el centro de internet pero, al ser un conjunto de novatas no podĂamos haber llegado lejos tan fácilmente, el mundo no es tan dulce.
Shiki tambiĂ©n podĂa ver que no era fácil, ÂżasĂ que novatas? El mundo no levantaba olas tan fuertes como para que el barco de unas novatas saliera al mar, y entonces comenzaba a llenar el agujero de la injusticia.
— Pero la que lo hizo posible fue el poder de Hoharu.
Ellas superaron las Olas logrando montarla con su barco, y Shion representĂł asĂ a su barco.
— Hoharu actúa tras bambalinas como la productora del grupo, como nuestra manager.
— Manager…
Shiki recordĂł como Hoharu hizo que los adultos bailaran en su mano por su bien, parece que no fue solo su imaginaciĂłn el que la viera como si estuviera acostumbrada a ello.
— Poniendo objetivos claros, y creando una estrategia para lograr cumplirlos, manejaba a las personas alrededor como marionetas para poder llegar allĂ, ese es el poder de Hoharu.
Es cierto, con el asunto de hoy sin importar que ni siquiera vio una vez a los relacionados controlĂł a los adultos a su antojo, esa era una habilidad que las personas normales no podrĂan llegar.
— Inusualmente es un genio.
— Es cierto, a diferencia de nosotras ella en verdad es un genio.
Shion inflĂł su pecho como si estuviera hablando de sĂ misma.
— El papá de esa chica es un psicólogo famoso, ahora parece que está viajando por el extranjero, pero cuando Hoharu era pequeña su padre le enseñó muchas cosas.
— ¿Le enseñó? ¿Qué cosa?
— El corazón de las personas.
ÂżEso que quiere decir?
— Qué clase de pensamientos hacen a las persona moverse, que tipo de personas hay, que hacer para predecir lo que harán, y cómo hacer que se muevan como quiere.
ApuntĂł a la mesa y Shiki volteĂł a verla, Shion continuĂł.
— Esa Hoharu quien tiene ese conocimiento está trabajando como manager, ¿qué clase de música será mejor? ¿Que clase de performance atrapara mejor los corazones? ¿Que debemos hacer para entrar en las miradas de los demás…?
ComenzĂł a enlistar varias cosas como si lo estuviera recordando y Shion cerrĂł los ojos.
— Eso es algo que sabĂa desde el inicio, entramos en internet, comenzamos a ser el tema, los fans reaccionaron y se decidiĂł el siguiente mĂ©todo para llamar la atenciĂłn.
Era como si fuera alguna clase de magia, la chica habĂa tenido milagros frente a sus ojos, por lo que parece que le habĂa depositado gran confianza en Hoharu.
— Ese “sexto integrante” nuestra manager, su existencia se rumoró desde muy temprano entre nuestros fans.
No sale al escenario, un manager misterioso y hábil, se suponĂa que ese tema ni siquiera deberĂa de haber salido.
— Nos apoyaba desde atrás, nos observaba, nos daba de su conocimiento, guió a &Six, al verlo asà en algún momento comenzaron a llamarla “estratega”
— Estratega…
Shiki que habĂa experimentado lo de la mañana hizo que esa palabra se uniera fácilmente a Hoharu.
— Pero Hoharu nunca apareció en los escenarios, es una de las personas del grupo sin duda alguna, por eso es que quero que brille bajo las luces…
— Ya veo.
Más o menos se habĂa percatado de que era lo que ocurrĂa, e intentĂł ponerlo en palabras simples.
— Es decir, hiciste que Hoharu-chan se pusiera ese vestuario, intentaste que subiera al escenario pero huyó.
—… Si, exactamente.
CambiĂł por completo su actitud de elegancia que tenĂa hasta hace poco y se encogiĂł de hombros desanimada.
— Uno de los miembros llegaba tarde asĂ que para disimularlo le pedĂ que se pusiera el vestuario, y querĂa que se mostrara solo su silueta.
— En ese momento Hoharu se dio cuenta de lo que tramabas y salió huyendo.
Por eso es que Hoharu se encontraba todavĂa con el vestuario y le pidiĂł un lugar para esconderse, Shion apretĂł ambas manos al punto de que se volvieron blancas.
— No… ¡no pensĂ© que odiarĂa tanto la idea! AsĂ que… ¡Queria disculparme con Hoharu!
Su pequeña mano estaba temblando como si estuviera soportando algo. Shiki terminĂł de escuchar lo que habĂa sucedido, comprendiĂł la situaciĂłn y le sonriĂł con gentileza a la chica delante de ella.
— Asà que por eso no tuviste tiempo de cambiarte, y viniste a buscar a Hoharu-chan de ese modo.
—…… Asà es, ¿algún problema?
— Claro que no.
MoviĂł lentamente la cabeza a los lados Shiki dijo su honesta opiniĂłn.
— Eres una chica gentil.
— ¿¡Na….!?
Dijo algo que no esperaba, y Shion comenzĂł a ponerse completamente roja.
— Que… ¿¡Qué pasa tan de pronto…!? Diciendo cosas extrañas…
— No creo que sea algo extraño.
Mientras veĂa las olas que se formaban en su tĂ© le mostrĂł una sonrisa a Shion.
— Pensaste en Hoharu-chan mientras lo hacĂas, aunque claro, es un problema diferente si es algo que ella desee.
—… Creo que debà de haberlo pensado mejor…
Estaba desanimada con los hombros caĂdos, era como si fuera una pequeña niña regañada., pero de inmediato levantĂł la cabeza y de nuevo volviĂł a ver a Shiki directamente a los ojos.
—… Es todo lo que tengo que decir, ahora es tu turno.
— ¿Mi turno?
— Asà es.
Lo veĂa con sospecha, como si no quisiera dejar escapar nada.
— ÂżQuĂ© eres de Hoharu?… EscuchĂ© que no tenĂa un familiar cercano al que pueda acercarse…. No me digas que…
Mientras estaba hilando sus ideas a la vez que hablaba de pronto abriĂł grande los ojos como luna llena.
— E, e, ¿¡El novio de Hoharu….!?
— Jajajaja, claro que no.
“Nos acabamos de conocer ayer” Shiki agregĂł eso pero no llegĂł a los oĂdos de la chica que se encontraba en frente de Ă©l.
— Ya veo… es cierto…. No es como si Hoharu fuera a entrar en la casa de cualquier extraño…
— ¿…?
Comenzó a balbucear para sà misma, y después de estar pensando Shion de pronto se puso de pie.
—… Me disculpo por el dĂa de hoy, siento haber venido tan repentinamente,
— ¿He? ¿Estás bien con eso?
Le fue confuso que las cosas dieran ese giro tan repentino, y Shion llevĂł la mano a su boca y comenzĂł a huir.
— No quiero que me odie… a… además… si es una persona tan esplendida… podrĂa dejártela estando tranquila….
Le dio la sensaciĂłn de que se estaba llevando un enorme malentendido, pero antes de que pudiera escuchar lo que tenĂa que decirle Shion llegĂł a su propia conclusiĂłn.
— Como sea, regresaré al escenario y les explicaré la situación a los otros miembros, dile a Hoharu que cuando descanse un poco que regrese por favor.
— ÂżHe? ah, sĂ, entendido.
Y de ese modo Shion salió de la casa, después de esperar un poco hasta que el sonido del auto se alejó Shiki comenzó a hablar hacia dentro de la casa.
—……… Ya está bien.
— Jaja, después de todo te diste cuenta.
AllĂ se encontraba Hoharu asomando la cabeza desde el pasillo que daba a la ducha, aun tenĂa el cabello mojado ÂżDesde quĂ© parte de la conversaciĂłn estaba escuchando? Hoharu comenzĂł a acercarse mientras tenĂa una piyama puesta.
— Este, gracias onii-san, no te enojes con Shion.
Terminó acariciando la cabeza de Hoharu como si fuera su pequeña hermanita al ver que estaba más relajada.
— No tengo ningún motivo para molestarme, esa chica estaba muy preocupada por ti, solo eso.
AsĂ es, eso es lo importante, no habĂa ningĂşn motivo para molestarse.
— Pero al contrario Hoharu-chan ¿Está bien que no la hallas visto?
— Um, si, asà está bien.
ComenzĂł a acomodarse el cabello alborotado mientras sonreĂa con soledad.
— Entiendo que Shion piensa en mĂ, pero lo que yo quiero y lo que ella quiere es demasiado diferente.
Posiblemente no sea asĂ, aunque deberĂa de haber muchas cosas entre ambas, Hoharu se volviĂł a Shiki como si quisiera que la escuchara.
— Pero parece que no es asà con onii-san.
— ¿Yo?
— Si.
Y de nuevo viéndolo hacia arriba.
— Onii-san, tengo un favor que pedirte.
Hoharu de pie frente a Ă©l dijo algo que Shiki nunca hubiera imaginado.
— ÂżPodrĂas hacerme una chica de esta casa?
—… ¿He?
Dejó salir una voz tonta, pero no le importó esa reacción de Shiki, Hoharu continuaba diciéndole sus deseos.
— Solo deseo una cosa, ir a la preparatoria como una chica normal.
No entendĂa lo que querĂa decir, inclinĂł la cabeza para sus adentros.
— ¡Ah! ÂżAcabas de pensar que es demasiado egoĂsta verdad?
— No, no es eso.
— Jaja, si, si, no entiendes de que estoy hablando, pero aun asà lo digo en serio.
CambiĂł su voz y expresiĂłn a una seria, y volteĂł a ver en direcciĂłn a la entrada.
— Hay demasiadas personas que están buscando mi verdadera identidad, Fans, revistas, están intentando sacar a la luz a ese “sexto miembro” a una persona que esté con las otras cinco.
A las personas les encanta el chisme, puede que de asà sea, pero para otras personas no sea más que molesto, entones Hoharu salió con otro motivo ya establecido para ella.
— Pero yo ya… pensaba en dejar &Six.
— ¿En serio?
— Si.
Lo dijo con firmeza y con una expresión más adulta, sonrió como si fuera un hada.
— Llegando a estas alturas ya no me necesitan más, todos ya cumplieron sus sueños, incluso su tour, ya todo depende del esfuerzo de ellas.
Al escuchar esas palabras Shiki lo expresĂł de la manera en que Ă©l conocĂa.
— ÂżSĂndrome de burnout?[4]
— No, no es eso.
Hoharu movió la cabeza a los lados, juntó las manos detrás de ella y volteó a ver dentro de la habitación.
— Tenia un objetivo al hacer que &Six cumpliera sus metas… pero ayer me di cuenta que no se me habĂa cumplido.
Comenzó a hablar de manera ambigua y dejó salir un pequeño suspiró.
— Pero aunque ya me habĂa rendido, para poder vivir con normalidad continĂşe como una miembro más de &Six, no hay manera de que pueda esconder eso para siempre.
— Bueno, la verdad no conozco demasiado, pero me imagino que ya no podrĂas vivir como una persona normal.
Lo más seguro es que las personas ven de manera diferente a las personas que alguna vez fueron famosos en el pasado, realmente no sabĂa cĂłmo seria, pero no parece que vaya a ser demasiado cĂłmodo.
— Además, no sĂ© hacer nada de las labores del hogar, papá está en el extranjero, no tengo a nadie en quien contar… asĂ que, no tengo a nadie más a que pedĂrselo, solo a ti onii-san.
“Por favor” juntĂł ambas manos en forma de plegaria, mientras veĂa a Shiki hacia arriba.
— No dirĂ© que es para siempre, solo un tiempo, hasta que el escándalo en los alrededores se calme, solo durante ese tiempo me gustarĂa que me cubrieras.
— El mismo hecho en verdad no me importa pero…
Era una casa grande, aun tenĂa muchas habitaciones libres, para Shiki no era algo que le importara realmente, pero si tuviera que decir algo, los problemas vendrĂan de parte de Hoharu.
— Una chica joven viviendo bajo el mismo techo de un hombre que acaba de conocer, ¿es un problema verdad?
— Jaja, ¿tienes deseos por mi Onii-san?
— Jajaja, claro que no, para nada, ni una pizca.
—………
Por algĂşn motivo Hoharu parecĂa bastante insatisfecha y Shiki respondiĂł con una sonrisa.
— Mi hermana menor también es estudiante de preparatoria, asà que te veo como una linda hermanita.
— Muu… bueno, está bien porque me dijiste linda pero… ¡Ah! ¡No es eso!
Hoharu dejĂł de lado su expresiĂłn de insatisfacciĂłn y comenzĂł a ver a los alrededores.
— Onii-san, ¿tienes una hermana menor verdad? entonces no solo seremos nosotros dos.
— Si es cierto, pero la verdad es que…
Le explicĂł lo mismo que le habĂa dicho a Rui, Hoharu escuchĂł atentamente y en silencio hasta que Shiki terminara de hablar.
— Fu fu, ya veo, ya veo.
Parece que Hoharu estaba convencida de algo y le pegĂł un par de veces a la pared.
— Asà que por eso compraste esta casa.
— Si, como hace un año, encontré una casa de segunda mano y la compré, aunque con préstamo.
La preparatoria a la que iba su hermana menor estaba cerca, la empresa estaba accesible desde ese lugar, y por sobre todo es que habĂa un buen balance con el precio, podrĂa pensarse que un prĂ©stamo a pagar durante 35 años sea demasiado, pero si era por su hermana menor no era un gran problema.
— Y ahora he logrado cumplir los requerimientos para que vivamos juntos, pero…
— Cenar juntos… eso serĂa un poco difĂcil de mantener a cĂłmo van las cosas.
Hoy milagrosamente regresĂł a casa a la hora estimada, pero no era seguro que pudiera continuar asĂ, ÂżHoharu lo entendĂa? PensĂł un poco y despuĂ©s sugiriĂł algo
— Entonces ¿Qué te parece si hacemos un trato?
— ¿Un trato…?
De pronto se puso en guardia, Hoharu levantĂł un dedo entre Shiki y ella.
— Onii-san, me darás un ambiente bueno para vivir, y yo me convertiré en tu manager.
— ¿Manager?
— Si.
Hoharu asintiĂł inflando su pecho con mucha confianza.
— Un manager especializado para ti, haré que regreses siempre a tu hora normal de salida.
— Regresar…
Sin duda alguna eso era lo que Shiki más deseaba en este momento.
— Si lo haces podrás vivir con tu hermana menor y yo obtendré un lugar para vivir, es un ganar – ganar.
— Ganar – ganar…
Eso se escuchaba realmente atractivo, Shiki se cruzĂł de brazos pensando por un momento.
— Honestamente deseo regresar a casa a la hora estimada y quitarme la mano de la garganta.
La peticiĂłn de Yuki, aquello que le dijo en el tiempo en que su madre habĂa muerto aun resonaba en sus oĂdos, asĂ que para poder cumplir esa promesa comprĂł una casa y continuĂł preparándose, pero aun diciendo eso, no le agradaba del todo estar dependiendo de una chica que bien podrĂa tener la misma edad que su hermana menor. AsĂ que Shiki hizo una recomendaciĂłn.
— ¿Por ahora que te parece si hacemos esa promesa como algo provisional?
— Jaja, eres cuidadoso onii-san, si, está bien, primero comencemos con un tiempo de prueba.
Shiki estrechĂł la mano de Hoharu que usaba levantando un dedo. Era una mano suave y pequeña, parecĂa fugaz como un hada, pero sintiĂł algo de nostalgia compartir su calidez, la dueña de esa pequeña y cálida mano le regresaba el apretĂłn.
— Cuanto contigo, compañero.
Tras decir eso la linda y gentil estratega sonriĂł desbordando de confianza.
[1] Oshikura manjuu es un juego en el que todos se empujan, les dejo un video
https://www.youtube.com/watch?v=47DnZet00nA
[2] La chica se refiere a sà misma como “boku”
[3] Shinaknsen es el tren bala
[4] Burnout, o “quemarse” ,  una de las cosas que lo provoca es que las habilidades de la persona estan muy por encima de lo que requiere el trabajo, no hay retos, se estanca generando estrés
Esta interesante, me agradĂł la historia.